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Agapito Maestre

El caso Faisán y la reacción del PP

¿Quedará todo el caso Faisán en una operación de desgaste electoral del PSOE o se llevará hasta sus últimas consecuencias la posible colaboración del gobierno socialista con una banda armada? Sospecho lo peor.

El caso Faisán es de tal gravedad que incluso la reacción del PP me parece tibia. Eso me lleva a preguntar: ¿quedará todo el caso Faisán en una operación de desgaste electoral del PSOE o se llevará hasta sus últimas consecuencias la posible colaboración del gobierno socialista con una banda armada? Sospecho lo peor. El "sistema" político, o mejor, la casta política no llegará hasta el final, más aún creo que será tapada la indignidad de Zapatero de haber negociado y, sobre todo, colaborado con los terroristas para que no sean apresados. Mis dudas vienen no sólo del PSOE sino del PP. En efecto, si el auto del juez Pablo Ruz contra la cúpula del ministerio del Interior es tal y como desentraña el editorial de ayer de El Mundo, entonces no entiendo por qué el PP ha actuado con tanta displicencia en el Congreso de los Diputados a la hora de arrinconar al antiguo ministro del Interior e incluso al propio presidente del Gobierno.

Lo instruido ahora por este juez y vislumbrando, durante casi tres años, por un sector del PP, especialmente representado por el señor Gil Lázaro en el Parlamento, no es sino la indigna consecuencia de una política de negociación del gobierno de Zapatero con la banda criminal ETA. Si la cosa es tan evidente, y así lo explica y expresa brillantemente el editorial de El Mundo, estamos ante un caso de flagrante colaboración del gobierno con una banda armada. Pero, a pesar de ser tan grave la acusación, la reacción del PP, aunque retóricamente seria y responsable, no deja de ser un tanto tímida: sólo actuará, según su portavoz Esteban González Pons, en el Parlamento. Eso es poco.

Naturalmente, si desconfío de la reacción del PP, es porque, en mi opinión, llueve sobre mojado; aparte de que el PP no ha actuado con la suficiente contundencia en las preguntas formuladas a Rubalcaba en el Congreso de los Diputados, pues que, a veces, parecía que se trataba de una cuestión casi personal entre el señor Gil Lázaro, diputado del PP, y el antiguo ministro Rubalcaba, ahora, cuando el juez Pablo Ruz ha procesado a tres altos cargos de Interior, el PP dice que no hará otra cosa que acciones parlamentarias. Eso no sólo es poco sin raro. Rarísimo. Un partido político de la entidad del PP, que posiblemente gobernará en la próxima legislatura, ya tenía que haber hecho algo más para desgastar al PSOE y su candidato. El señor Rajoy tendría que haber salido ya a la palestra para pedir responsabilidades y dimisiones a Zapatero.

Múltiples son las acciones que pudiera hacer el PP para mostrar la gravedad de esta situación. He aquí dos inmediatas: en primer lugar, debería haber puesto en cuestión toda la política antiterrorista del Gobierno retirándole el apoyo al gobierno socialista del País Vasco. En segundo lugar, el PP ya tendría que haberse querellado con el juez que tuvo paralizada la investigación del caso Faisán durante más tres años. Hay algo en el caso Faisán que, a pesar de la instrucción "perfecta" del juez Pablo Ruz, no veo con claridad. Hay algo rugoso que no consigo alisar. Ese algo, en mi opinión, le impide al PP tirarse al ruedo y tratar de torear con valentía. En fin, quizá esa dificultad tenga que ver con la propia instrucción de Ruz, por ejemplo, ¿imagínese que uno de los procesados, pensemos en el señor Ballesteros, no fuera el responsable de las llamadas registradas con el resto de procesados? ¿La sustitución de un nombre por otro podría cargarse toda la argumentación de la instrucción para todos los procesados?

El caso Faisán no es tan plano como parece.

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