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La Rubalcabose

Después de más de una hora de discurso, Rubalcaba no nos dijo por qué el PSOE había perdido las últimas elecciones. Es la mejor tradición búlgara. La frase final fue un misterioso voluntarismo: "Hagamos que suceda".

proby dijo el día 13 de Julio de 2011 a las 23:12:



El título de este artículo me intriga. ¿Qué quiere decir "La Rubalcabose"? Porque si lo que se quiere es hacer un juego de palabras con "acabose", este último es masculino: "EL acabose". ¿Alguien me lo puede aclarar, por favor?

paserifo dijo el día 12 de Julio de 2011 a las 00:24:

Longines, ¿Ese no era el soldado romano que hirió en el costado a Jesús, estando en la cruz?

Muy bueno lo de las manos de trilero.

Usted no me parece de derechas. Un tipo de derechas es como uno de izquierdas pero más enfurruñuado, mientras que los de izquierdas están en una batalla eterna con la realidad. Don Amando, usted muestra buen humor, paciencia, y parece estar perfectamente sincronizado con la realidad. No le diré que es de centro, que para mí son aquellos que no se enteran de nada y son burlados por todos, pero sí le diré que usted es tan sensato como deberían ser todos los españoles, incluidos los políticos.

Escribía Séneca que titubear al empezar una frase es un buen signo... ¡en los jóvenes!. Este señor titubea bastante, pero a mí siempre me ha parecido que es una pose, una recurso dramático, como queriendo mostrar cierta torpeza para despertar la amabilidad y compasión en el oyente, y ganar su confianza. Es una estrategia bastante pícara ¿verdad?.

¿Existe una palabra para denominar a aquellas personas que votan por «ideas» y no por personas, y les da igual quién presente el partido de sus amores, que ellos lo votarán sin dudarlo? ¿No parece injusto que los fanáticos tengan derecho a votar? ¿No parece injusto que ciertas personas que son totalmente insolventes (en todos los sentidos) puedan presentarse a unas elecciones? Me pregunto si los problemas de la democracia no estarán en que el sufragio universal favorece a aquellos retóricos, sofistas y demagogos más capacitados para cazar a los incautos, y perjudica a la gente seria, inteligente y respetuosa con las leyes, que es la que debería gestionar asuntos como las finanzas del Estado o la administración de Justicia.