"Me juego un Cohiba de los gordos a que el agraciado es Ramón Jáuregui".
Siento no haber tenido en su día arrestos para aceptarle la apuesta.
Su apuesta era razonable: Jáuregui es la mejor baza de Rubalcaba. Quizá por eso no ha querido quemarlo tripulando el funeral vikingo de Zapatero.
Ese trabajo se lo ha largado -probablemente no sin regocijo- al "incombustible" Pepiño, que arderá en la pira con todos los leales al jefe muerto.
A Jáuregui lo reserva el visir para ulteriores planes.
Les deseo que sea salir de la sartén para caer en las brasas.
Un abrazo, don Emilio.
Confío en que un día nos fumemos esos puros.
El versallesco: "Après moi, le déluge" se traduce: "Yo, yo, yo, y el desguace"
140 diputados, no son entre 40 y 100 diputados, si sacan uno más nos merecemos de todo por imbéciles.