Tal vez, en contra de lo que se anda escribiendo, el candidato del PSOE en las próximas generales necesite que su tiempo se prolongue hasta marzo. O sea, que tenga espacio para reconducir a su favor - o al de algún aliado potencial- a los "indignados" -que son muchos más de los que se han visto-. La situación económica empeorará -y por ahí perderá algunos votos más de los que por eso ya tiene perdidos, pero pocos quedan por rascar- y con ella crecerá exponencialmente el número de los "indignados". Difícil lo tendrá el PP para convencerles de que sus políticas derramarán su benéfica influencia sobre ellos en el plazo admisible. Según lo dicho que yo creo, los tiempos los marca ya, si le dejan, Rubalcaba, y si él piensa como yo, la "rentrée" le cae demasiado cerca para la faena, habida cuenta del paréntesis veraniego. Los demás partidos hacen sus propias cuentas para calcular cuántos diputados sacarán según sean las elecciones en una u otra fecha, a la vista de lo ocurrido en las municipales y autonómicas. ¿Y España?. Pero, ¿a quién le importa eso?.
No nos extrañamos de nada, ya que este sinvergüenza monclovita tiene que acabar el trabajo que le encargaron en su logia satánica, trabajo que empezó con el diseño y ejecución del 11M y al que solo le queda último toque del chef:
Dejar España al borde de una guerra civil larvada, la ETA enchulada, los piojosos indignados esperando órdenes suyas, los 5,5 millones de parados exhaustos y obedientes, los sindicatos sodomizados por él y el PP haciéndose ilusiones.
¡ Ojo al siguiente 11M !
La pregunta no es si lo habrá o no, sino... ¿ cuando ?.
Que Dios nos ampare.