Bibi a la ONU

Lo de Bibiana Aído tiene mandanga. De miembra de a pie del clan de Alcalá de los Gazules, aunque hija de un preboste socialista que tuvo problemas con su partido por asuntos no muy claros, a asesora de la ONU pasando por directora andaluza del Flamenco, ministra de Igualdad y alto cargo en la Sanidad española, de la mano de su amiga, Leire Pajín, otra estrella del universo zapateril. Ahora se larga de segunda de abordo en UN Women, un organismo dependiente de la ONU. Mi corazón se encoge. ¿Se llevará al novio de polizón como hizo cuando se vino a Madrid?

Se conocen a miles de mujeres españolas con titulación universitaria superior absolutamente capacitadas para desempeñar cualquier responsabilidad. Pero, ¿y Bibiana? Según ella, se licenció en Administración y Dirección de Empresas. (1994-1999) por la Universidad de Cádiz. Estuvo en BA (HONS) International Business Administration, en la University of Northumbria, Newcastle, UK. Participó en el Programa de Doctorado en Economía y Dirección de Empresas. Universidad de Cádiz, España y ya luego saltó a la política. 

Pero, en realidad, su currículum fue "prácticas en Unicaja (controlada por el PSOE andaluz) durante el periodo agosto -octubre de 2000 (3 meses). Trabajo en Iturri S.A.: noviembre 2000 - septiembre 2001 (10 meses). Contratada por Caja San Fernando, hoy Banca Cívica Cajasol (controlada por el PSOE andaluz) desde diciembre 2001 al 15 marzo 2002 (3 meses) y ya cargo político en el Observatorio de Emprendedores de la Universidad de Cádiz: abril 2002-diciembre 2002 (9 meses).

Y desde luego, afiliada a las JSA-Cádiz en el año 1993 y miembro fundador de las JSA de Alcalá de los Gazules; secretaria de Formación del Comité Local de las JSA de Alcalá de los Gazules (1993-1995); secretaria de Prensa y Comunicación de la CEP de JSA-Cádiz (1995-1997); vicesecretaria general de la CEP de JSA-Cádiz (1997-1999); miembro del Comité de Andalucía de JSA (2000-2006); afiliada al PSOE en el año 1995. Miembro del Comité Provincial del PSOE (1997- hasta la actualidad). En nuestra democracia enferma, estos últimos son los verdaderos currículum