El artículo y el comentario son muy certeros y sugerentes.
Los que ejercen la violencia, el derramamiento de la sangre, como lo hicieron los grandes artífices de las mayores violencias del siglo XX, Hitler y Stalin, saben que los que son capaces del uso más extremo de la fuerza -la fuerza hasta su último extremo- son los que tienen la "razón", es decir: obtienen el poder. En el País Vasco, es habitual que, en cualquier polémica, finalmente se haga con la "razón" -el poder- no el que más sutilmente argumenta sino el que argumenta con la pistola o con el respaldo de la ETA.
Un instrumento inveterado de ese poder es el control de la calle (en el País Vasco ha sido una constante), como saben todos los totalitarios que en el mundo han sido. Actividad en que se han mostrado extremadamente hábiles las izquierdas en sus diferentes formaciones políticas, sindicales o antisistema, herederas del famoso agit-pro comunista.
Interesante concepto, don Agapito. Esperemos que, al menos, el Estado fallido no signifique una Sociedad fallida, una sociedad dividida en múltiples "ciudades" o "naciones" en el sentido de San Agustín: naciones separadas cohabitando un mismo pais, ciudadanos y súbditos de distintos señores por las mismas calles, que a lo más que pueden aspirar es a no hacerse la guerra en ellas.
Eso que aquí se ha dado en llamar democracia y que a todos los memos de I y de D se kes llena la boca pronunciandolo, es otro fracaso, como ocurrió con las dos republicas. Pero fracaso por lo que se han dedicado a hacer aquellos que más lo han pronunciado y que, al final han demostrado lo qye eran: LADRONES.
Un cabreado, que indignado ya lo estaba hace muchios años.