Aunque parezca que es un tribunal secuestrado por los intereses políticos, y puesto al servicio del partido gobernante... FUERON ELLOS Y SÓLO ELLOS Y CADA UNO DE ELLOS, quienes estamparon firma y rúbrica. Éso, que nos pertenece de tal forma, que es LO ÚNICO, QUE NOS LLEVAMOS A LA TUMBA.
Me parece magnífico este editorial.
Yo añadiría una cuarta posibilidad que tiene que ver con la primera y es el nombramiento por las actuales cámaras, con las actuales mayorías de unos titulares de las plazas vacantes (no me atrevo a llamarlos magistrados, que es para mí una cosa más seria) afines y que perpetúen el zapaterismo en el Tribunal.
En cualquier caso la verdadera reforma consistiría en la eliminación del Tribunal Constitucional y del recurso de amparo,sólo existente en España y Alemania, y encomendar el resto de sus funciones a una sala de nueva creación del Tribunal Supremo.
La existencia de este tribunal político no revela otra cosa sino una imperfección del sistema de división de poderes y una desconfianza del legislativo-ejecutivo (son una misma cosa, el control al gobierno se limita a las sesiones de los miércoles) hacia el poder judicial, más difícil de manejar que un órgano constituído "ad hoc" para ser perfectamente controlado.
Los jacobinos en la Revolución Francesa instituyeron un órgano político para controlar y anular las decisiones de los jueces que no se ajustasen a los principios de la revolución (Cour de Casation) en lugar de los tribunales reales existentes anteriormente.