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Pío Moa

Defender el franquismo

El franquismo no solo derrotó a la revolución, también nos salvó de la guerra mundial, desbarató el maquis y el aislamiento impuesto injustamente a España.

Al contrario de lo que suele creerse por influencia de la izquierda antidemocrática, el franquismo puede ser defendido desde los valores de la democracia liberal. No solo puede: debe. Expondré brevemente algunas razones.

  1. Nuestra democracia viene directamente del franquismo, de la ley a la ley. La alternativa era pasar sobre 40 años de historia para buscar la legitimidad en el nefasto Frente Popular, de tendencia totalitaria y destructor de la legalidad republicana, como proponían la izquierda y los separatistas.
  2.  El paso "de la ley a la ley" supuso, además, prolongar la paz más prolongada de nuestra historia contemporánea, comenzado por el franquismo. Fueron la izquierda y los nacionalistas catalanes los organizadores de la guerra y de un proceso revolucionario al cual, justamente, derrotó Franco. La paz no es el máximo valor social, pero es un valor muy importante.
  3. El franquismo nunca tuvo oposición democrática viable. Es una brutal falsedad la equiparación de antifranquismo y democracia, sostenida desde la transición, que ha permitido a una izquierda nunca democrática repartir títulos de demócrata. En las cárceles franquistas –con seis veces menos presos que hoy– no había demócratas: sus pocos presos políticos eran totalitarios diversos y terroristas.
  4. El franquismo fue autoritario, no totalitario. La diferencia clave reside en que el estado totalitario tiende a ocupar todo el espacio social. Pero el estado franquista fue muy reducido, seis veces menor que el actual. El espacio dejado a la actividad social espontánea era mayor que ahora.
  5. No es cierto que en el franquismo no hubiese libertades. Vale la pena recordar el episodio Solzhenitsin para entender la realidad. Existía incluso una prensa muy considerable de carácter pro comunista y pro etarra. Las libertades de reunión, expresión o asociación, etc., estaban limitadas, pero existían con mucha más amplitud de lo que ahora creen o dicen creer muchos.
  6. El franquismo no solo derrotó a la revolución, también nos salvó de la guerra mundial, desbarató el maquis y el aislamiento impuesto injustamente a España, reconcilió a la población (bien puedo decirlo, habiendo sido de los pocos que luchó contra aquel régimen) y dejó el país más próspero de lo que había sido en siglos. Ello permitió la democracia.
  7. Todas las amenazas a la democracia (corrupción, leyes totalitarias, ataque a la justicia independiente, separatismo, terrorismo, etc.) provienen, y no es casual, del magma antifranquista creado después de Franco por la izquierda y el separatismo, gracias a la renuncia de la derecha a la lucha de ideas y a la creación de opinión pública
  8. No puede defenderse el franquismo como un sistema actual. Pero fue, sin duda, una dictadura históricamente necesaria, muy llevadera y con un balance positivo no ya bueno sino espectacular, teniendo en cuenta lo que ha sido la historia de España en estos últimos siglos.

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