Je, je. Qué bien retratado el personaje y la situación.
Es obvio que Mr. Burns haciendo de filántropo carece, no ya de ningún carisma para arrastrar a las masas, ni siquiera del beneficio de la duda.
Que no les quede otra que colocar al frente al “poli malo”, salpicado de inmundicias, da idea de su desesperada situación: tratar de mantener a toda costa las posiciones en un repliegue ordenado sin que cunda el derrotismo ni la deserción, para después, supongo, lanzar una contraofensiva desde Siberia con ayuda del general invierno (la acendrada incompetencia y pasividad de la “oposición”) y la habitual sorpresa (¿Qué será esta vez?)
Pero que el pájaro pretenda que le llamen Alfredo descubre su flanco débil, la vanidad. No es más que un resquemao sin escrúpulos porque el mundo le hizo así, porque nadie le ha tratado con amor. Endiósate, Alfredo, demuestra que eres humano.
Il Traviato: "(Ll)ámame, Alfreddo..."
Eso creo yo, pero cualquiera sabe.
Si no quiere que le llamen ruGALcaba, a mí, la verdad, no me importa llamarle GALfredo, como le he leído a un forero por aquí.
Si así se va a sentir mejor el pobre anciano, antes de que lo devolvamos a la botella de anís, pues nada, Galfredo.
No se preocupe D. Emilio. Este no pasa de Alf. Si, el personaje que parodiaba a E.T. "el extraterrestre". No aprendemos, pero no olvidamos, como el "recién operao". ¡VALE YA!.