No hay dos sin tres, amiga Cristina. Al fantasma de las barbaridades pasadas y al de las futuras, se suma, con kilitos y 'diotrías' corregidas, el de las presentes: la soga tras el caldero.
Cristina, su análisis de hoy se limita al tema de la sucesión personal a Zapatero en el Gobierno y en el PSOE. He disfrutado con él. Mi agradecimiento y mis parabienes. A mí me preocupan más -remedando a Anguita- los programas; descontando que habrían de tener una aplicación consecuente. Sueño, desde otra posición política, con una regeneración del PSOE que empiece ya mismo. Al efecto, su debacle electoral viene pintiparada. En eso se me ha adelantado el lehendakari Patxi, aunque me temo, vistos sus últimos antecentes, relativos a Bildu, que su regeneración y la mía tendrían contenidos muy diferentes. España no puede obedecer ni tampoco prescindir de los sentimientos de los millones de españoles que con altibajos -el último, violento- están dando soporte electoral al partido socialista. Una vez recontruidos en clave nacional, necesitamos su concurso. Venga ya su congreso constituyente. Con aprecio.
Le han robado -entre socialistas ya se sabe- el coche y la Chacón se raja.