Una vez que el PSOE ha sido incapaz de vertebrar un mínimo discurso con el que darle coherencia política a su campaña electoral, tendrá que recurrir a lo que mejor saber: agitación y propaganda.
Agapito Maestre
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Senex dijo el día 16 de Mayo de 2011 a las 11:20:
Pienso que una encuesta es un buen indicador del resultado de la urna, aunque obedece más que éste a sentimientos momentáneos -más influenciables por el ruido mediático sincrónico- y menos que él al proceso reflexivo -más dependiente de los intereses mediatos-. Así, es posible explicarse algunas diferencias entre la una y el otro. Como se sabe bien, ambos fenómenos demoscópicos ofrecen resultados diferentes según el ámbito electoral: municipal, autonómico o nacional. Por su generalidad y actualidad, debemos referirnos, pensando en la corrección de las urnas sobre las encuestas -es decir, en las motivaciones según intereses- en primer lugar en el municipal. En este espacio creo que juega, diferencialmente, un importante papel la consciencia identitaria y, dicho en términos ecológicos, el territorialismo defensivo, y, en términos de Caro Baroja, el sociocentrismo. Por ello, me parece que los temores sobre el resultado que puede lograr Bildu -donde se ha permitido que se concentren los empatizantes de ETA, epifenómeno violento de esa consciencia- en las elecciones del próximo domingo en Euskadi y en Navarra están bien fundados. En las capitales andaluzas, centros de servicios, vinculados a la prosperidad general del país, y diferenciadas por definición y naturaleza de los burgos rurales, sempiternos beneficiados por el "PER", las expectativas avanzan un retroceso del partido socialista. Según mis presupuestos, esas esperanzas se consolidarán en las urnas. En la medida en que esos centros urbanos dependan del empleo en empresas públicas -supuesto que políticas más liberales lo precarizarían más- cabe modular el pronóstico adverso al PSOE. Sería, en esta Autonomía, el caso paradigmático de la ciudad de Sevilla. Por opinar, que no quede.
Pienso que una encuesta es un buen indicador del resultado de la urna, aunque obedece más que éste a sentimientos momentáneos -más influenciables por el ruido mediático sincrónico- y menos que él al proceso reflexivo -más dependiente de los intereses mediatos-. Así, es posible explicarse algunas diferencias entre la una y el otro. Como se sabe bien, ambos fenómenos demoscópicos ofrecen resultados diferentes según el ámbito electoral: municipal, autonómico o nacional. Por su generalidad y actualidad, debemos referirnos, pensando en la corrección de las urnas sobre las encuestas -es decir, en las motivaciones según intereses- en primer lugar en el municipal. En este espacio creo que juega, diferencialmente, un importante papel la consciencia identitaria y, dicho en términos ecológicos, el territorialismo defensivo, y, en términos de Caro Baroja, el sociocentrismo. Por ello, me parece que los temores sobre el resultado que puede lograr Bildu -donde se ha permitido que se concentren los empatizantes de ETA, epifenómeno violento de esa consciencia- en las elecciones del próximo domingo en Euskadi y en Navarra están bien fundados. En las capitales andaluzas, centros de servicios, vinculados a la prosperidad general del país, y diferenciadas por definición y naturaleza de los burgos rurales, sempiternos beneficiados por el "PER", las expectativas avanzan un retroceso del partido socialista. Según mis presupuestos, esas esperanzas se consolidarán en las urnas. En la medida en que esos centros urbanos dependan del empleo en empresas públicas -supuesto que políticas más liberales lo precarizarían más- cabe modular el pronóstico adverso al PSOE. Sería, en esta Autonomía, el caso paradigmático de la ciudad de Sevilla. Por opinar, que no quede.