Estoy harto de ver como el BELLACO DEL PRESIDENTE J.L. ZAPATERO me insulta!!!!Soy funcionario, y me han bajado el sueldo, si eso no es recortar el sueldo ( por tanto UN RECORTE) , ¿qué es?.
El problema es que hay mucha gente que no ve lo mentiroso y cínico que es Zapatero y su gobierno.
Espero que el tal Zapatero se trague el insulto de bellaco, como me lo he tenido que tragar yo.
La cuestión no es sólo quien miente, sino qué creen los españoles que es la verdad. Y una inmensa mayoría de los españoles lo único que creen es lo que les cuentan TVE, Tele 5, el periódico socialista El País, las películas y las series y los grandes traidores a España: ABC, La Razón y El Mundo.
Para que la mentira tenga relevancia se precisa que, además de esperanza en su utilidad por quien la dice, que haya quien se la crea. Los recientes éxitos electorales del PSOE, adicto, como estrategia electoral, a su práctica, han llevado a Zapatero al convencimiento de su legitimidad y provecho. De cierta manera, así se lo he oído decir a él mismo en relación con la crisis y los posteriores resultados electorales. Me resisto a asumir que la credulidad sea una característica idiosincrásica del pueblo español. Antes bien, obedeciendo a sus genes mediterráneos, propenso a disfrutar del presente y a desconsiderar el futuro -tal vez, logros evolutivos- se limite a dejarse arrastrar por el engaño cuando, escéptico, la verdad es demasiado amarga y cree inevitable. Pero, ahora, no parece estar el horno para tales bollos, y el zapaterismo se equivocaría, creo y espero yo, si creyera que le van a servir las mismas mañas.
Para que la mentira tenga relevancia se precisa que, además de esperanza en su utilidad por quien la dice, que haya quien se la crea. Los recientes éxitos electorales del PSOE, adicto, como estrategia electoral, a su práctica, han llevado a Zapatero al convencimiento de su legitimidad y provecho. De cierta manera, así se lo he oído decir a él mismo en relación con la crisis y los posteriores resultados electorales. Me resisto a asumir que la credulidad sea una característica idiosincrásica del pueblo español. Antes bien, obedeciendo a sus genes mediterráneos, propenso a disfrutar del presente y a desconsiderar el futuro -tal vez, logros evolutivos- se limite a dejarse arrastrar por el engaño cuando, escéptico, la verdad es demasiado amarga y cree inevitable. Pero, ahora, no parece estar el horno para tales bollos, y el zapaterismo se equivocaría, creo y espero yo, si creyera que le van a servir las mismas mañas.
Que "sarna a gusto, no pica.......". ( No quiero saber nada...). Pués a los que nos "pica", nos seguirán "arando". ¡VALE YA!.