Tomo el título del último libro de Julio Somoano, a quien han visto ustedes muchas por la tele. El subtítulo dice: "El nuevo español y el uso correcto de nuestro idioma". Lo publica Temas de hoy. Es consonante con lo que nos preocupa en esta seccioncilla y se parece a un libro que yo escribí hace un par de años, La magia de las palabras. El libro de don Julio es más prescriptivo y recoge una infinitud de nuevos vocablos relacionados con la informática, los deportes o el inglés. Está escrito con amenidad y se lee con facilidad, mientras se enfría la sopa. Veo con gusto que recoge "internet" con minúscula, aunque no se atreva a ponerle el artículo. Los libertarios ya saben que a mí me da por considerar que la internet es una red, por lo tanto, es un vocablo femenino. No me sigue casi nadie en esa manía, pero cada loco con su tema. Los temas míos ya las conocen los libertarios.
Me alegra que don Julio plantee la opción de "feisbuquear" como nuevo verbo, igual que "tuitear. En mi Facebook me refiero a veces a los facebuqueros. Es la misma lógica por la que hemos aceptado "futbolistas". Los diccionarios van siempre detrás de la realidad.
Se debate nuestro autor entre "pósteres" o "pósters". Cuando el póster se enrolla y se despliega para una presentación, le sugiero que diga "enara". No sé de dónde viene, pero así lo dicen los profesionales. No es lo mismo un cartel que un póster o que una enara.
Otra duda es entre "entrevista" e "interviú". Es lástima que no se diga "entreparla", como quería Unamuno. Sería más propio lo de "entreparla" cuando los que conversan no se ven.
Don Julio considera que lo de "olla podrida" suena a algo apestoso. No tiene por qué. La expresión era en su origen "olla poderida", es decir, muy poderosa por la cantidad de sustancia que acumulaba. Es una versión del cocidito madrileño o de cualquier otro sitio.
Sostiene don Julio que lo de "rol" es un anglicismo o un galicismo. Puede ser, pero ya lleva unos cuantos siglos en español. En los navíos españoles del siglo XVI se decía "rol" a la lista de los pasajeros y los tripulantes. Me parece un acierto que digamos ahora en español "jugar un papel", en el sentido de representar una conducta establecida en una organización. Lo de "jugar" se acomoda muy bien con la idea teatrera de esa función. No importa que sea un barbarismo en su origen.
Tengo dudas sobre lo que propone el autor respecto a "la alma máter". A mí me suena mejor "el alma máter", por mucho que signifique "la madre nutricia". Mi impresión es que la locución "alma máter" se ha despojado de su origen latino y se ha convertido en una institución por sí misma. Por eso, para evitar la cacofonía, decimos mejor "el alma máter". Repito que es una impresión particular, no una norma que desee imponer.
Por lo demás, el libro de Julio Somoano está lleno de sugerencias con un gran sentido del humor. Es decir, se incorpora a la lista de lecturas recomendadas para el disfrute de los libertarios. Yo solo he comentado aquí algunas de las discrepancias o dudas, porque lo suyo de la lengua es llevar la contraria. De otra forma hablaríamos por los codos.