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Lara Vidal

'USAMA'

A los españoles que estamos en estas tierras, la dulzura de este triunfo sobre el terrorismo se nos agria, siquiera en parte, cuando recordamos que en España se paga a una organización terrorista llamada ETA con dinero de los impuestos.

Que Estados Unidos es ahora mismo una cascada de celebraciones relacionadas con el abatimiento de Osama Ben Laden lo ha podido ver cualquiera que se haya asomado a las televisiones o a Internet. Sin embargo, faltan palabras para describir el entusiasmo que se vive, de la manera más espontánea y alegre, en las calles, en las universidades, en los comercios o en los estadios. La convicción de que se ha hecho justicia ha quedado plasmada en infinidad de lemas que la gente vocea con auténtico gozo.

Reproduzco sólo algunos a título de ejemplo: "Lo siento, pero no lo sentimos por Osama", "Disfruta del infierno Osama, arde niño arde", "La boda real es una noticia vieja. Firmado: USA" o "America, matando a los malos desde 1776" y, quizá la mejor: "¿Deletreáis Osama USAma porque queréis poner las letras de vuestro país en cualquier sitio que podéis?". Y junto con el entusiasmo ha tenido lugar una extraordinaria revalorización de la figura de Bush. En todas partes aparece repetida una frase suya que, sin duda, ha hecho ya Historia: "Esta noche América ha enviado un mensaje inconfundible. No importa lo que se tarde, se hará justicia". Y es que los ciudadanos de Estados Unidos tienen más que asumidos que sin la resolución de Bush al declarar la guerra al terrorismo islámico Osama seguiría ahora vivo.

Personalmente reconozco que es imposible estar ahora mismo en Estados Unidos y sustraerse a la emoción patriótica que electriza a la nación. Como en tantos clásicos del cine desde Centauros del desierto a Cometieron dos errores pasando por El hombre que mató a Liberty Valance, la búsqueda ha sido larga, pero ha concluido con justicia. Se ha impuesto la justicia sobre un criminal.

Y, sin embargo... no puedo ocultarlo. A los españoles que estamos en estas tierras, la dulzura de este triunfo sobre el terrorismo se nos agria, siquiera en parte, cuando recordamos que en España se paga a una organización terrorista llamada ETA con dinero de los impuestos, que hay partidos que insisten en que pueda presentarse a las elecciones, que cuenta con defensores que, históricamente, han llevado sotana e incluso báculo; que tiene miembros huidos a los que nadie buscará como los americanos han hecho con Ben Laden y que, por encima de todo, desde las más altas instancias se sigue impidiendo que se sepa toda la verdad sobre el 11-M.  

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