Yo no sé el porqué de que hoy no haya comentarios a este artículo. Será que no ha gustado al personal, será que no es fácil de leer, será que los comentaristas asiduos a este columnista siempre dispuestos a hacer la pelota se han ido de vacaciones o será que los duendes de LD que siempre trabajan en la sombra hoy están con mucho trabajo y no se han puesto al día.
En todo caso y por si acaso, voy a hacer yo un comentario laudatorio al artículo del señor García. El artículo dice algo muy cierto, y demuestra la podredumbre de la sociedad catalana. Lo sé bien porque me casé con un catalán, viví un par de años en Barcelona hasta que la mugre, que lo inunda casi todo allí, nos hizo salir de Cataluña.
Lo que se ha dado en llamar "la transición" tuvo una desgracia llamada Jordi Pujol. El bueno de Pérez no hace más que seguir la vía trazada por el gran patriarca, y como el perro de Pavlov, establece una relación entre el gesto de enunciar sus deseos contrarios a los consensos de esa transición y la expectativa de que alguien con capacidad de decisión va a correr a satisfacerlos. Es lo que se estuvo practicando durante 23 años con el principal destructor de la cohesión nacional de España. La prensa madrileña conservadora, tan españolista, la primera
Tiene narices que un señor de Cordoba reniegue de su nacion y se haga separatista catalan, y lo peor es la sustanciosa pension que cobra a cuenta nuestra este miserable traidor.