Algunos comentarios a mi artículo Cataluña es España, en plan derrotista y "decepcionado" replican que, si los catalanes se consideran en su mayoría españoles, ¿por qué votan a partidos nacionalistas? Es evidente que la gran masa de los catalanes no son separatistas, como demuestran con frecuencia, y sin embargo votan a partidos nacionalistas. Intentaré explicar por qué.
- Todos los partidos relevantes en Cataluña son nacionalistas, desde el PP a la Esquerra, y, por supuesto, CiU y el PSC. Unos lo son de modo abierto y claro, y los otros de modo vergonzante: en la práctica siguen las iniciativas de los primeros. Por tanto, el votante catalán no tiene elección real.
- Desde la transición, la única propaganda masiva, sistemática y tenaz ha sido la nacionalista (separatista del todo o a medias). La derecha abandonó desde el primer momento la lucha por las ideas en Cataluña y en Vascongadas (también en el resto del país frente al PSOE), tratando a hacerse simpática a los nacionalistas para disminuir su virulencia: concesiones, sonrisitas, aceptación de gran parte de su doctrina. La resistencia ofrecida por Jiménez Losantos, Amando de Miguel y otros, no solo fue asfixiada desde Barcelona, sino también desde Madrid. Por tanto, la formación de opinión pública en Cataluña ha tenido tinte casi exclusivamente nacionalista. El mensaje del PSUC y luego del PSC lo fue siempre en lo esencial, y hoy lo es también el del PP. Ante tal y tan prolongado lavado de cerebro, la pregunta es: ¿por qué el separatismo no ha avanzado mucho más?
- La réplica por parte de los partidos menos nacionalistas o de las tendencias más españolistas, ha sido vergonzante y a la defensiva. Además, a menudo ha sido antidemocrática, como en el resto de España frente a una izquierda a su vez antidemocrática. Un españolismo de ese jaez hace el juego al separatismo, y si cuando no es antidemocrático resulta romo, sin incisividad, incapaz de bregar con las maniobras, calumnias y manipulaciones nacionalistas, no puede esperarse otro resultado.
He aquí tres causas que a mi juicio explican bastante bien por qué los catalanes votan a partidos nacionalistas, pese a no ser separatistas en su gran mayoría. Simplemente no ha quedado allí otra opción política y, al igual que en el resto de España, no surge una alternativa a la demagogia. Porque un coro de lamentaciones y cabreos no es, desde luego, una alternativa.
Una buena causa es derrotada si no sabe hacerse valer, si sus defensores no la defienden con habilidad, entusiasmo y empeño, y estas características han estado del lado de la mala causa. Esperemos que Ciudadanos sepa combinar la habilidad con la orientación justa.