Soy partidaria de que las TV publicas las vendan y que se acabe ya las autonomías, es imposible que con los que trabajan puedan mantener a toda esta caterva de parásitos que tenemos en nuestro país, España
Esto no debiera ir aquí, ya que se refiere al artículo de fútbol, pero me gustaría que en el próximo artículo aclarara si es usted del Real Madrid o algún otro equipo, a poder ser especificando.
Puede tener su opinión sobre la roja a Pepe (¿se oyó? que oído más fino tiene) incluso decir mentirijillas como que no protestó por la roja cuando se fue riéndose.
Pero antes de decir algo tan categórico como decir lo que Mourinho puede o no puede decir debiera posicionarse para saber si habla como aficionado madridista o no. Porque hoy en el Bernabéu la mayoría de los aficionados estaba a favor de Mourinho, y por tanto de sus comentarios en la sala de prensa. Y dado que son (somos) los dueños del Madrid, creo que lo que puede o no decir el entrenador del Madrid es algo que les (nos) incumbe en un porcentaje elevado, por no decir el 100%.
Y es que como madridista estoy un pelín harto de ver a muchos aficionados de otros equipos hablar sobre lo que debe y no debe hacer el Madrid y me suena haber leído en el blog murciano que no es usted precisamente madridista.
Saludos.
Cuando el señor Aznar tuvo mayoria absoluta, pudo haberlo hecho.Si no lo hizo fue porque su partido tambien manipula las televisiones y radios publicas que controla.Ahora viene con la monserga de la privatizacion:consejos vendo y para mi no tengo.El verdadero problema es que tanto el señor Aznar como su partido tienen de liberales tanto como Napoleon de monja agustina recoleta, es decir, NADA.Y para los que no me crean, que estudien la inmensa burocracia que el señor Fraga creo en Galicia.Nota final: la existencia de radios y televisiones publicas es rasgo inequivoco de totalitarismo disfrazado de servicio publico.
Y los colegios públicos son también competencia desleal, que los cierren o se sometan al mercado con el cheque escolar.
Pues con mi dinero sí, porque ellos lo hacen suyo, y hacen con él lo que quieren.
sectarios y obscenos, por junto y por separado
Buena parte del problema tiene un origen paradójico. Al igual que el engendro de las autonomías. Resulta que la región que al final del franquismo estaba más industrializada y más europeizada ha sido fuente de proyectos ruinosos para el país. Concretamente, en el tema de las televisiones públicas, el nacionalismo catalanista quiso tener una televisión pública para hacer política lingüística. El franquismo fue un período histórico en el que coincidieron dos factores: la ausencia de uso oficial y mediático del catalán y una masiva inmigración desde el resto de España. La consecuencia es que el castellano se hizo lengua viva en Cataluña, lo que a muchos les causó la preocupación de una posible desaparición del catalán, tomando tintes enfermizos en ese político que fue durante 23 años el mandamás de Cataluña, tan endiosado por la prensa madrileña. En tema de lengua hay que asumir que el ser humano es como es, y la Biblia ya nos lo enseñó contándonos la maldición de Babel. En tema de lengua e identidad no se repara en gastos. A los nacionalistas cualquier cantidad de dinero público les parecerá poca para hacer política lingüística. Y si los demás ven que aquí no se repara en gastos, ellos tampoco, aunque no tengan que hacer política lingüística
No podría estar más de acuerdo con usted don Pablo. Porque ya está bien de pagar impuestos para que con ese dinero nos insulten a la mitad de los paganos al tiempo que mejoran la cuenta de resultados de los visitadores nocturnos de Moncloa.
Si encima en ese despilfarro, además de los comisarios Sacalugas, Milás y Llorentes de toda la vida, van incluídas unas cuantas nóminas de lujo como la de la Alta Komisaria Pastora, marida del visitador tercero de la Moncloa y hermana de la propagandista de Barreda II de La Mancha, la cosa ya adquiere tintes de escarnio.
Con mi dinero NO.... con el suyo que se paguen lo que quieran.
Estoy totalmente de acuerdo con UltraCab.
Cuando se darán cuenta los barcelonistas de fuera de Cataluña, que el club al que tanto admiran les odia a muerte. Ya se lo dijo Laporta al presidente extremeño, "barcelonista de mierda", y se qudó tan pancho y el otro agradecido por el (los) insultos.