Sin embargo, son muchos los que creen que el PP es de derechas, o que es liberal-conservador, o qué se yo. Toda la izquierda lo cree, a excepción de los listos que pululan por las altas esferas del partido (Rubalcaba, por ejemplo); no obstante, ocultan celosamente esa información a sus electores, no vaya a ser que descubran que les han estado engañando con el cuento de "que viene el lobo". Gran parte de la gente de derechas aún siente una identificación instintiva con ese tinglado, como lo llama PB33. Si no fuera por los medios de comunicación que ponen de relieve la falsedad de ese mito (el mito de que el PP es de derechas, o de que es liberal-conservador), el engaño alcanzaría mayores proporciones. El comportamiento de los políticos del PP (no solo de Gallardón o de Rajoy) también ha hecho bastante por desmentir ese rumor.
Cada vez resulta más evidente, para más españoles, que hay una enorme fracción del electorado que no tiene un partido que la represente, que encarne sus ideas, sus principios, sus preocupaciones, su idea de España. Tarde o temprano, ese vacío tendrá que ser ocupado por algo. Es un segmento de mercado desatendido de enormes proporciones. Claro está que si hubiera libre competencia, y libre concurrencia, ese segmento de mercado estaría atendido por la oferta ya mismo. Sin embargo, en nuestra vida política, en lugar de libre competencia hay algo parecido a un oligopolio con grandes barreras de entrada, llamado "partitocracia".
España necesita como agua de mayo algo parecido, en versión ibérica, a lo que José María Marco (en paz descanse, porque aquí no se le ha vuelto a ver desde aquel rifirrafe con Pío Moa) llamó "La nueva revolución americana".
Gran verdad todo lo que dice. ¿Cómo va a discutir de ideas Cospedal cuyo marido piensa por ella o Soraya que nunca fue de derechas y que es moderna porque se casó por lo civil, según manifestó en alguna ocasión?
En Alemania, Mariano propugna por una regeneración moral de España. Tiene razón, hace falta, pero que empiece por su partido.
Ah, esto dedicado a Soraya: yo, que soy modernísima, me casé por la Iglesia y soy pro vida ( no como la presidenta de nuevas generaciones)
El PP no es un partido es un tinglado.
La única que sabe qué decir, pensar y opinar es Aguirre. Que la nombren presidenta. Los demás que se vayan
Le echaba de menos.