D. Amando, después de cierta reticencia inicial -en viejos tiempos, en los que se nos inculcaba la añoranza por el Imperio- a usar el término "Latinoamérica", que me parecía menoscababa los méritos de España en el Descubrimiento, la Conquista y la Colonización americanas, y constatada, después, la preferencia de sus naturales a usarlo, he acabado por aceptarlo plenamente. Me parece que, en origen, y plenamente válida en la actualidad, hacía referencia a una oposición cultural nítida, perceptíble en el siglo XVI, -de lengua y religión, nada menos, entre otros rasgos sociológicamente relevantes- entre la románica (latina) y la germánica. En cualquier caso, cuando se trate de subrayar otros aspectos específicos comunes en alguna de sus diversas agrupaciones, bien está, para mi gusto, que se eche mano de alguna de las diferentes denominaciones al uso.
Con afecto y aprecio de su buen talante.
Latin America tiene el inconveniente de que después el correo y la bibliografía enseguida confunden los departamentos universitarios de Latín con los de Latinoamérica, y los latin lover con los oradores clásicos.
Lo de hispanos está mejor, aunque luego, dicen los viajeros, los españoles tenemos que definirnos como hispanos de Europa. Y los italoargentinos suelen hablar castellano, los brasileños la lengua de Camoens, que era hispano, no lisboeta.
De paso, a estas alturas del mundo, ¿qué hace la onu en Haití, defendiendo las fronteras artificiales de un nido de piratas que los castristas quieren detentar, por lo que se ve? ¿no sería hora de que la isla se reunificase en democracia, y mejorase así sus posibilidades? ¡qué poco nos acordamos de los españoles muertos en Haití por la tiranía onuzapaterina!!