Coincido en que Pujol y sus adláteres han deseado la independencia desde tiempo inmemorial, que para ellos consiste simple y llanamente en exigir una gran cantidad de euros a España, para poder hacer lo que quieran en un territorio plagado de andaluces, gallegos, aragoneses, estremeños e islamistas, muchos islamistas...
Ahora falta saber si el resto de los españoles está dispuesto a pagar algo a Pujol (que ya está ga-gá, el pobre) y sus adlátares, o tendremos que ver nacer, crecer y subir un movimiento anti catalán, que les postre en la absoluta inanición. Imaginemos que se quedan sin MERCADO... ¿qué hará el señor Mas o Menos?
Sin duda, el principal elemento en todo el asunto nacionalista que desde hace 30 años tiene planteado España es la espantosa ingenuidad madrileña. En Cataluña, todo el proceso ha sido comandado desde el principio por el moderadíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo Pujol. Siempre se caracterizó por su ambigüedad, no por no saber a donde quería ir, sino por no estar seguro de hasta donde le dejarían hablar. Pero ni uno solo de sus movimientos, declaraciones o acciones fue en una dirección que no fuera en la de hacer de Cataluña un país aparte del resto de España. No sabemos si las declaraciones actuales de Pujol y gestos como la votación en el simulacro de referendum es simplemente una forma de mantener viva la traca nacionalista o es un movimiento táctico, en vista de la situación de descomposición evidente de España como nación. Lo que es seguro es que Pujol ha deseado la secesión con todas sus fuerzas desde siempre
¿Y Zapatero en Babia? No, hombre no. Ni Rajoy. Desgraciadamente.