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El problema menor de la sucesión de Zapatero

Los problemas que arrostramos son demasiado graves como para que podamos permitirnos el lujo de perder el tiempo haciendo inútiles cálculos políticos sobre una sucesión que, por el momento, está más lejos que cerca de materializarse.

ANP dijo el día 22 de Marzo de 2011 a las 18:18:

El problema es que Rajoy NO es una esperanza. A mí no me cabe la menor duda de que su quietismo no es una cuestión de una determinada estrategia de comunicación. Es el resultado simplemente de tener la cabeza vacía de ideas. Y si llega a ser presidente del gobierno, lo que sería bastante improbable en caso de que el PSOE presente a un candidato renovado y suelte el lastre de ZP, esa vaciedad mental e intelectual nos puede llevar a una situación incluso peor que la que tenemos

Senex dijo el día 22 de Marzo de 2011 a las 09:54:

Conforme con la banalidad del debate y del hecho de la sucesión de Zapatero, siempre que se excluya la posibilidad de que se suceda a sí mismo; porque, en este caso, saltaríamos de superfluo a altamente trascendente: tantas son las decisiones disparatadas que son perfectamente atribuibles al talante, la gestión y la mentalidad singular de este personaje, irrepetible sin salirse, incluso, del PSOE. Por otra parte, nunca he comprendido -me bastaban ver su figura, gesticulación y verbo- la ya caduca aceptación popular del liderazgo de Zapatero, especialmente en las mujeres, entre las que se decía que arrasaba -lo que me hace pensar que el sufragio femenino, por más que sea irreversible, fue un error histórico descomunal-. Pido a Dios que esta posibilidad desaparezca pronto y para siempre.