Este desagradable culto al ego de la cultura occidental no siempre desemboca en una sociedad insolidaria, violenta y deshumanizada. También nos garantiza la autonomía personal y la libertad democrática.
Antonio Robles
Compartir
Tuitear
Enviar
Enviar
Feynman dijo el día 18 de Marzo de 2011 a las 14:34:
Otro inconveniente de los pueblos muy disciplinados es esa capacidad de servir de plataforma a los totalitarismos más despiadados, como pasó en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial y durante ésta en Alemania y Japón.
Otro inconveniente de los pueblos muy disciplinados es esa capacidad de servir de plataforma a los totalitarismos más despiadados, como pasó en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial y durante ésta en Alemania y Japón.