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Alusiones, elusiones e ilusiones personales

Luis Lebredo (California) se pregunta por qué algunos lectores siguen leyendo mis opiniones y luego me insultan y tratan de desacreditarme. Francamente, no lo sé. Sospecho que detrás de todo ello está la envidia, el pecado capitalísimo de los españoles.

Alarensi dijo el día 5 de Marzo de 2011 a las 19:54:

Pues mire usted, don Amando, yo, de mayor, quiero ser Armando de Miguel.
Los que le critican tan burdamente debe de ser por ignorancia o por pura envidia, como usted bien dice. Me repelen los ignorantes que presumen de cultos. Líbrenos Dios de ellos. O el diablo.
Mis respetos y admiración a usted y a los que, como usted, propagan la cultura con rigor.
Un lector nada culto.



Divara dijo el día 5 de Marzo de 2011 a las 17:06:

Pues yo, como Luis M. Bayo, tampoco entiendo que haya gente que desprecie su trabajo y, a la vez, se tome la molestia de escribirle para insultarle. Pero vamos, allá ellos.

A mí sus columnas me parecen siempre amenas, interesantes y en ocasiones polémicas (lo cual está muy bien). En definitiva, de lo mejorcito de LD.

Un saludo