¡Madre mia, ahora entiendo o mejor dicho confirmo, porque usted no me gusta nada en los debates televisivos de política! Pretende ser original e ir contra todos, y al final no dice más que simplezas. El escepticismo con el que el mundo occidental acoge las revueltas en los paises europeos está más que justificado, no lleva implícita ninguna carga de pensamiento reaccionario o retrogrado, sino que es un acto de sentido común y realismo. De hecho, la ilusión y el optimiismo que usted mantiene al respecto es la misma que la de todos los buenistas progres de izquierda, que piensan que la democracia es una planta que arraiga con facilidad. ¡El islám, como religión e ideologia dominante es el problema, aquí está la raiz de las dificultades! Lo mejor que se ha dicho sobre todo este asunto lo ha expuesto Manuel Molares do Val en su blog de PD: "Islam: los rezos provocan pobreza".
Permítame reconocer que es el mejor análisis que he leido hasta la fecha de los sucesos que están sucediendo en varios paises árabes.
Enhorabuena por su claridad de ideas.
La emigración, está produciendo una hoguera que quema la resignación, ante la tiranía, de muchos pueblos árabes y africanos.
Quien no ve, ni cree, ni conoce.
Los súbditos de las naciones árabes, sometidos a la tiranía de sus sátrapas, tanto políticos, policiales y religiosos, están obligados además, a vivir en la miseria y sencillamente: Se han hartado, porque desde los países europeos sus emigrados compatriotas, han descubierto una calidad de vida, verdadera y accesible, que atribuían a la imaginación y fantasía de los guionistas de las escasas películas que les llegaban a sus pueblos de origen. Una relajada vida que jamás conocieron en su tierra, por vivir como esclavos en manos de tiranos, que les condenan a la miseria definitiva. Cuanto más pobres e incultos, menos derechos tienen y mejor son manipulados por las autoridades políticas y religiosas.
La inmigración, aporta a los países receptores la mano de obra no cualificada que necesitan, más la importación de costumbres, vestimentas y ritos que les son ajenos y desdeñables, aunque vayan acompañados de tradiciones y folclores.
Los que llegan a países democráticos desde los países africanos y orientales, se encuentran con sanidad y educación gratis y descubren, sorprendidos como por un premio de lotería, que pueden mejorar su vida y la de sus familiares, que es posible vivir sin yugos, que es posible ser felices en este mundo.
Las revoluciones que se están produciendo en países como Egipto, Tanger o Líbia, son el comienzo de la liberación, de la derrota de la injusticia, del final de los tiranos. Esperemos que no prendan en ellas mechas del fanatismo religioso o del engañoso socialismo y que se imponga la verdadera Democracia.
Si Europa y América no intervienen cuanto antes la posibilidad de que aparezca un militar o un ayatolá aumenta. No podemos ser tan cínicos de haber bombardeado países (Irak, Afganistán) con la bandera de la democracia y ahora dejar a estas gentes solas. La Sexta flota al MEditerráneo ya!
bigastr menuda pelicula de ficción te has montado eso no se lo cree nadie-dicho con todo el respeto-