Es tal mi desprecio por el cine español, que ni lo pirateo. Por mi no deben preocuparse, que no pienso robarles nada.
Lo que si que quisiera es poder no poner una cruz en la casilla de la Declaración de la Renta para el Cine Español, así como para los Sindicatos.
Fenomenal articulo
Cambiar de opinión no es fácil para nadie, sobre todo porque en muchos casos personas que creías razonables te sorprenden en un arrebato de soberbia que les ciega. En el caso del Sr. De la Iglesia ha superado:
a) La soberbia
b) La oposición de todo su sector
c) El interés personal, le sería más fácil vivir de la subvención que hacer las cosas por el camino más honrado, pero menos trillado, que ha elegido.
Esto no ha sido un simple cambio de opinión. En el caso de De la Iglesia ha tenido mucho mérito y como tal hay que valorarlo.
Como hay que valorar la apreciación del columnista de tal cambio
Magnífico artículo, retrata muy bien la situación y el personaje.
Reconozco el mérito de Álex de la Iglesia en este asunto, su valentía para disentir y pasar por traidor ante una buena parte de la gente del gremio, y sobre todo ante el núcleo duro de la secta, incluido el gobierno. Sin embargo, creo que Álex no es plenamente consciente del problema que aqueja al cine español. No basta con hacer películas mejores, más interesantes, entretenidas y artísticamente brillantes. Para que el cine español salga de la situación en que se encuentra es necesario que deje de estar en manos de una secta, y para ello hace falta "destetar" al cine español, alejándolo del dinero público. Si esto se hiciera, creo que, con el tiempo, esa secta dejaría de controlar el cotarro, y gente con talento que no comulga con el catecismo de la secta podría incluso abrirse camino y triunfar.