Colabora
Francisco José Alcaraz

Hay motivos

Creo que hay más que sobrados motivos para sentirme obligado moralmente a estar el 5 a las 5. Esa noche podré dormir con mi conciencia tranquila y sabiendo que no habré defraudado a mi hermano Ángel y a mis sobrinas Miriam y Esther.

El 5 a las 5 estaré en Madrid, pero mi presencia carece de cualquier tipo de mérito, pues para quienes hemos tenido que enterrar a nuestros seres queridos –en mi caso, a mi hermano y mis dos sobrinas gemelas, con poco más de tres años– constituye una deuda moral para con ellos: he de velar por que se haga justicia y por que sus asesinatos no sirvan para lograr ninguno de los fines políticos por los que ETA los mató.

Si me quedara en casa contemplando cómo se están acercando a la comunidad autónoma vasca a los asesinos de ETA, cuando casi toda España no estuvo dispuesta a ceder a esta exigencia y chantaje mientras se seguía secuestrando y asesinando, sentiría que estoy traicionando a las víctimas –quienes pagaron un alto precio por no ceder– y a mí mismo.

Si excusara mi presencia por motivos "a la carta", sentiría estar haciendo una distinción entre las distintas víctimas que fueron asesinadas, pues hay que recordar las múltiples manifestaciones, concentraciones y actos de toda índole que llevamos a cabo cuando el Gobierno, aplicando la ley torticeramente, excarcelaba a De Juana Chaos. Las víctimas de este asesino múltiple no merecían otra cosa, pues su liberación debida a maniobras políticas era un insulto a la justicia.

Las víctimas que han sido asesinadas por los terroristas Iñaki Rekarte, Andoni Muñoz de Vivar, José Luis Álvarez "Txelis", Kepa Pikabea, Jorge Uruñuela, José Manuel Fernández Pérez, Andoni Alza , Fernando de Luis Astarloa, Idoia López Riaño "La Tigresa", Fernando García Jodrá , Nerea Bengoa Ziarzolo, Jaione Intxaurraga Uribarri, Ignacio Gracia Arregi, Iñaki de Rentería y por otros muchos que están siendo excarcelados por la "generosidad" de nuestro Gobierno, merecen la misma justicia y la misma denuncia que realizamos cuando De Juana Chaos. No han pedido perdón, no han resarcido a las víctimas, no están colaborando con la justicia para aclarar los cientos de atentados sin esclarecer y, sobre todo, no han cumplido sus condenas: en una palabra, no ha habido justicia.

Entre las excusas que algunos "bienpensantes" esgrimen para justificar su ausencia se encuentra la de que la línea roja serán las elecciones municipales: si para entonces ETA sigue en las instituciones, habrá llegado el momento de movilizarse. Mas no hace falta esperar para hacerlo, pues ETA ya está en más de 40 ayuntamientos debido a que así lo quiere el Gobierno. Por consiguiente, es lícito preguntarse: ¿cuántas manifestaciones o concentraciones han convocado para exigir al Gobierno que aplique la ley con el objetivo de desterrar a ETA de las instituciones? Si el Gobierno, con sentencia firme, no ha actuado ahora y nos ha engañado a todos, ¿quién nos garantiza que actuará contra ETA si de nuevo entra en los ayuntamientos?

Acercamientos masivos de terroristas, excarcelaciones de asesinos, indulto encubierto a Josu Ternera, ANV en los ayuntamientos, Usabiaga en libertad y burlándose de la justicia, De Juana desaparecido, bloqueo de las extradiciones de etarras desde Venezuela (¿se acordaba alguien de este tema?), declaraciones de Eguiguren jactándose de compartir mesa y mantel con un asesino en busca y captura, Patxi López invitando "a todos" a renunciar a "que una mitad de la sociedad venza a la otra mitad, es decir sin vencedores ni vencidos", José Antonio Pastor señalando que "sería bueno" que Batasuna pudiese estar legalizada, Rubalcaba asegurando que en Nanclares de Oca ya "no hay presos de ETA", Zapatero manifestando que los "pasos" que está dando la denominada izquierda abertzale y los "mensajes" que está lanzando son "insuficientes hoy", pero que "no van a ser en balde"...

Creo que hay más que sobrados motivos para sentirme obligado moralmente a estar el 5 a las 5. Esa noche podré dormir con mi conciencia tranquila y sabiendo que no habré defraudado a mi hermano Ángel y a mis sobrinas Miriam y Esther. Ese día ellos no tendrán que esforzarse en tratar de justificar ninguna ausencia.

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario