Totalmente de acuerdo. Yo ya he enviado un correo electrónico a los senadores del PP para decirles lo que opino sobre la Ley y sobre su postura. Y para hacerles saber que desde este momento cuentan con un exvotante y, además, con un enemigo. En todas las futuras citas electorales de aquí a la extinción del partido o a la derogación de la Ley Sinde, lo que antes suceda. Porque siempre resulta más odioso un traidor que un simple enemigo. Parece que hemos sido muchos los que hemos hecho lo mismo, porque media docena de buzones ya estaban llenos.
Despotismo. Se llama despotismo. Y no, no llega a ilustrado.
Como bien dices, el artisteo seguirá apoyando a la ceja. Y aunque el PP se ganase al artisteo, da igual. La gente ya no sigue lo que le dicen los artistas. Eso está en la mente de políticos desfasados. Ya no vale que te apoye una vedette para ganar votos. Que no, que en el PP la han cagado pero bien.
No han querido ver el cambio que se ha producido en la sociedad, que hay una masa crítica que veía con buenos ojos la actitud del PP, que veía que Pons se estaba enterando de algo más que el resto de sus compañeros. Pero no, han preferido ajustarse la soga. Ellos mismos.
El voto joven lo acaban de perder. Y si piensan que el voto de los pensionistas lo van a tener, lo llevan claro. Muchos nos vamos a encargar de explicarle a nuestros abuelos lo que han apoyado: un recorte de libertades sin precedentes en la democracia. Y mis abuelos, créanme, me hacen caso. Lo malo es que me van a preguntar quién queda para votar... Y UPYD, en boca de Savater, demostró estar también a favor de la industria y del establishment...
Pues en eso andamos, Sr.Rodríguez Herrera, en eso andamos, en la búsqueda de un partido liberal o conservador en el que depsoitar, con nuestros votos, nuestra esperanza en una España menos intervencionista, donde el Estado se quede ahí, justamente ahí adonde la iniciativa privada no pueda o no deba (Justicia, Defensa y Asuntos Exteriores) llegar. Y en la que se respete la libertad de la ppersona ante todo, y frente a todo, incluso frente al Estado, salvo en lo que directamente atente contra el Estado (traición). O sea, y para entendernos, justo, justo, al revés que ahora.