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No existe derecho al olvido

El derecho al olvido dejó de existir desde el momento en que inventamos la escritura. Internet lo único que ha hecho es facilitar que encontremos información sobre algo o alguien.

pedromar dijo el día 19 de Enero de 2011 a las 20:30:

***** Tiene razón Vargas Llosa en que la privacidad, la intimidad, está desapareciendo. El día de mañana, a los niños que hoy cuentan sus cosas en la red, se les restregará por la cara lo que ahora escriben. En Inglaterra ya se ha legislado sobre el acoso en internet.

Hagan la prueba: pongan su DNI en el recuadro de Google y seguro que aparece algo; alguna multa, alguna escritura pública. Hagan la prueba.

Algo tan importante como son el olvido o la simple ocultación desaparecerán de nuestras vidas, con lo cual todos estaremos expuestos al prójimo mientras vivamos. Vargas Llosa no lo dice así, pero eso es lo que ocurrirá, sin duda. Como las denuncias anónimas en Cataluña por rotular solo en español o los chivatos que denuncian al bar de la esquina --en el que probablemente nunca entran-- porque allí se fuma. A eso vamos: a una sociedad donde todo el mundo te resulte sospechoso. Como en el Este durante la etapa comunista.

HoPin dijo el día 19 de Enero de 2011 a las 15:16:

Magnífica reflexión. Cuantos más derechos quieran crear, menos derechos tendremos.

loboe dijo el día 19 de Enero de 2011 a las 09:56:

Totalmente de acuerdo con la tesis de D. Daniel y aunque he incluido ya un comentario en la noticia original, me gustaría abundar en un par de aspectos que considero importantes:

El primero es que la preocupación del respetable director de escuela por ocultar ese "detallito" de su pasado, es más que comprensible desde el punto de vista humano. Pero una persona inteligente sabría convertir la debilidad en virtud y podría ejemplificar en sí mismo ante sus pupilos, cómo las consecuencias de determinadas tonterías pueden perseguirnos a lo largo de nuestras vidas. El aviso quizás vendría bien a esos alumnos que ahora hacen las mismas o mayores estupideces en Facebook, en Tuenti y en otras redes sociales de las que se arrepentirán amargamente dentro de poco.

En mi opinión, lo que yace en el fondo de esa pretensión al "olvido", es la terrible hipocresía de la realidad. Deberíamos acostumbrarnos a admitir que somo humanos y que nos equivocamos en muchas ocasiones de nuestras vidas en lugar de pretender aparentar que jamás hemos roto un plato o que meamos agua bendita y que nuestros pedos no huelen. En el peor de los casos, aún sigue siendo válido el lema que aparecía en el frontispicio de las antiguas cárceles: "Odia el delito pero comparece al delincuente". Además, solo los muy cretinos creen que ellos no están en la cárcel por méritos propios en vez de por una gentileza del destino.

Respecto a este punto y para no cansarles, utilizaré el método de demostración conocido como reducción al absurdo. ¿Se figuran lo que ocurriría en la sociedad Española y qué tendríamos que hacer si por ejemplo, S.M. D. Juan Carlos exigiera que se llevara hasta sus últimas consecuencias la aplicación de ese derecho suyo al olvido?

El segundo punto está relacionado con la cuestión y es el supuesto derecho a ser citado -que podría ser concedido o denegado por el autorizado-. En concreto, refiriéndonos a Internet, el propio creador de la Web, Sir. Timothy Berners-Lee, nos explica que no existe tal derecho y que todo el mundo es libre de "citar" lo que otros publican en la Red -no confundir con reproducir o atribuirse su autoría-.

Como ejemplo práctico, puedo contarles que el que subscribe tiene publicados algunos apuntes de tipo técnico y divulgativo en la Red y que ocasionalmente, alguien escribe solicitando autorización para incluir un enlace a tales contenidos en sus propias páginas. Por supuesto, la respuesta es siempre la misma: que la tienen pero que no es necesaria.

Elentir dijo el día 18 de Enero de 2011 a las 23:57:

Muy buen artículo. Desde luego, la denuncia de la AEPD contra Google no tiene ni pies ni cabeza. Es un caso ridículo y hasta esperpéntico de censura. Lo único que van a conseguir es que Google considere a España como un país donde las libertades no importan un comino y donde no merece la pena invertir ni un euro.