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El precio de la nueva tregua-trampa ya lo estamos pagando

Aunque muchos quieran hacernos creer que lo único que queda por dilucidar es cuál será el precio político que estará dispuesto a pagar el PSOE, lo cierto es que ese precio ya lo estamos abonando con el desarme del Estado de derecho ante ETA.

diez1 dijo el día 12 de Enero de 2011 a las 11:21:

En este asunto hay gato encerrado por ambas partes.
Por la de los criminales, acercarse a su objetivo: LA SECESIÓN de España, a la que odian. Asunto irrenunciable; de ahí la búsqueda de la internacionalización política (para que piquen).
Por parte del Gobierno-desgobierno ¿acaso y presuntamente no hay algo que le debe a la banda desde el 11-M, entre otras estar hoy ahí, en las poltronas, controlando todos los movimientos políticos, sociales, sindicales, amén de los dineros del Estado y haber expulsado con su apoyo al PP, un mostruo peligroso para ellos (igual que para el Zapa y todos sus secuaces)?
Piénselo el lector

asomar dijo el día 11 de Enero de 2011 a las 11:27:

No caigamos y nos dejemos llevar por el lenguaje de los terroristas, esto ni es tregua ni alto el fuego, es algo que tienen preparado los terroristas para que sus acolitos se puedan presentar a las elecciones y ellos ganar peso y dinero. Y lo de verificadores internacionales suena a tomadura de pelo, aquí no necesitamos más que verificar que se disuelven como banda criminal y entregan sus armas, se entregan ellos a as justicia por sus delitos y luego ya se hablará. Pero resulta que la condiciones las ponen ellos. Vamos que suena a coña marinera.

Senex dijo el día 11 de Enero de 2011 a las 10:47:

Creo que el conjunto del nacionalismo vasco -"ezkerra, zentroa eta eskuina"- tiene ya amortizada a ETA: un epifenómeno propio, que ya ha cumplido su misión hasta donde era conveniente. El problema lo tienen en que el epifenómeno ha tomado carta de naturaleza, se ha desprendido de la "epi-", tiene ya vida y voluntad propias y no pasa por su mente la idea de autoliquidación. A todas las ramas políticas de ese complejo vasco, incluída la "ezker abertzalea", les ha decepcionado, con ligeras diferencias de matiz, el último comunicado de su vieja criatura, armada y criminal. También creo que las tortuosas aportaciones del PSOE zapateril al "proceso de paz" - del que, ingenuamente, espera réditos electorales directos- siguen cierto plan, más o menos difuminado y discontinuo, como sus autores, en concomitancia con el complejo vasco, del que espera su apoyo parlamentario en las ocasiones cruciales, mientras sus diputados se sienten en las Cortes españolas, que esperan será durante bastante tiempo. Como muestra el Editorial, el Gobierno socialista viene pagando desde su constitución el precio de su aportación al "proceso de paz"; pero que, me parece, lo está pagando, y distribuyéndolo coyunturalmente a su manera, al "movimiento nacionalista vasco", dentro del cual es una parte esencial e irrenunciable el PNV.