Menú
José Carlos Rodríguez

De la Ley Sinde a la censura

Si cabe el cierre administrativo para una actividad ilegal, ¿por qué detenerse ante cualquier otra ilegalidad? Y como aquí se está convirtiendo en ilegal desde permitir fumar en tu bar hasta lo que uno pueda imaginarse, las posibilidades son infinitas.

El Congreso ha tumbado la llamada Ley Sinde. Estaba incluida, de rondón, en una ley ómnibus que, por no quedarse sin un nombre rimbombante, se ha denominado Ley de Economía Sostenible. En este caso era una ley ómnibus porque había de todo: desde reformas administrativas hasta disposiciones impropias de un Estado de derecho y que parecen redactadas desde el Palacio de Miraflores, como es el caso de la mentada Ley Sinde.

Se trata de una disposición que prevé el cierre de páginas web por vía administrativa en el caso de que se sirvan desde ella contenidos sin la protección legal de un copyright. La "disposición final segunda" prevé que una comisión independiente (ya saben) cierre una web antes de que decida un juez, y mientras está realizando una "conducta presuntamente vulneradora". Es decir, el reino de la arbitrariedad que llega nada menos que al cierre y sólo porque presuntamente hacen lo que a ellos no les gusta. Pues no de otra cosa hablamos. La mayoría de estas webs, muchas de ellas, al menos, hacen enlaces a estos contenidos que están alojados en otros servidores. Enlazar no puede constituir una actividad delictiva y de hecho los jueces en España no lo consideran así. Por si acaso, ya se han adelantado ellos con una panoplia de presunciones. Vengan jueces y reabran las web, que para entonces se habrán quedado sin actividad.

Esta medida bolivariana, desconocedora de toda precaución jurídica, trasgresora del derecho y concebida para la prevaricación, es sólo el principio de lo que puede venir más adelante. Pues, si sale viva del Congreso, que todavía puede hacerlo, y se estrena tantas veces con cuantas web consideren que es apropiado, no van a dejar al instrumento sin aplicaciones más ambiciosas.

Pues si cabe el cierre administrativo para una actividad ilegal, ¿por qué detenerse ante cualquier otra ilegalidad? Y como aquí se está convirtiendo en ilegal desde permitir fumar en tu bar hasta lo que uno pueda imaginarse, las posibilidades son infinitas. El Gobierno va a intentar codificar como delito la homofobia. Y se considerará como tal cualquier crítica al decálogo progresista en esta materia. Si usted critica los matrimonios homosexuales, ¿no está atacando al colectivo gay? Pues a cerrar la página. La Ley Sinde no es la censura en internet, como muchos dicen. Pero es la puerta de entrada a la censura en internet, y sin control judicial. Por eso es tan importante para los socialistas.

En Tecnociencia

    0
    comentarios
    Acceda a los 4 comentarios guardados

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura