Estamos ante el PUNC (Partido Único Nacionalista Catalán) con varias secciones. Los votantes, cada 4 años, van cambiando de sección sin tener ni puñetera idea de lo que votan.
Esta es la triste realidad de una sociedad catalana, anestesiada o adormecida por el nazionalismo catalán, fruto de casi 32 años de pensamiento único y obligatorio (además de trinque, mamandurria y 3%), con la complacencia y beneplácito de UCD, PSOE y PP.
Tan culpables son los secesionistas como los distintos gobiernos de la Nación. Tarde o temprano acabarán todos delante de un juez por felonia, trinque y delito de alta traición.
El PSOE heredó el franquismo, casi sin solución de continuidad. En muchos casos fueron los hijos de las mismas familias franquistas quienes se auparon en los cargos.
Todavía es más sutil lo que ocurrió con las regiones mimadas del franquismo, Cataluña y el País Vasco (y nada Galicia, aparte de las visitas al Azor). Aquí el nacionalismo mimado con industrias y emigrantes heredo la necesidad del partido único donde hacer oposición es atacar a la patria.
Quiero creer, en vísperas de un nuevo año, cuando se reavivan las esperanzas en un tiempo mejor, que el "Programa único", que han abrazado los principales "partits", fracasará, a pesar de ciertos funestos presagios, rotundamente, porque es imposible que así no sea. El Gobierno de Zapatero ciertamente está muy débil, pero no sólo ante las ambiciones periféricas, sino, especialmente, ante sus bases sociales. No es posible que, de cualquier forma que sea o trate de justificarse, se redistribuyan unos decrecientes recursos económicos públicos de manera que se favorezca a Cataluña y se perjudique a Andalucía, Extremadura, la Mancha, etc. También empieza a estar débil ante la fuerza reactiva patriótica, generada por los más de treinta años transcurridos de políticas desintegradoras nacionales, en progreso continuo. Por ello, no es posible que no se acabe cumpliendo la sentencia del Tribunal Supremo sobre política y praxis lingüística en Cataluña. Quiero creer que, al igual que el mayo del 68, con su famoso lema "seamos razonables, pidamos lo imposible", el "Programa único", tan alejado del "seny" catalán, fracasará. Y su fracaso sólo servirá para alimentar un viejo y perpetuo sentimiento de catalanismo irredento y estéril.
Me extraña que todavía alguien pueda tener dudas de cual es el único objetivo político de los partidos antiespañoles independentistas y antidemocráticos. Pero aquí los únicos culpables somos la gran mayoría de españoles que llevamos 35 años permitiendo que los que dirigen la nación, lleven a España como un cordero al matadero. Salvo la honrosa ecxcepción de un puñado de valientes, mayoritariamente ajenos a la partitocracia del PPPSOE. ESTA democracia -y digo esta democracia y no LA democracia- nos lleva a la ruina política, económica, social, cultural y moral. A ver cómo salimos de esta. Con la ayuda de Dios.
Cataluña no tardará en convertirse en la Andalucía actual. Los políticos exprimirán lo que queda de la economía hasta la ruina total. Como no se pueden sacar manzanas de perales, el dinero que recibirán de los políticos que desgobiernan España que compran y venden votos saltándose todas las leyes constitucionales escaseará. Los ciudadanos catalanes, como lo han sido los andaluces por más de 30 años, son victimas de los medios de desinformación y manipulación. También los grupos subvencionados desde las universidades al mundo de la “cultura” han vendido sus talentos con tal de seguir mamando del trabajo de los españoles que son los peores tratados en esta película. La Cataluña antidemócrata y en ruinas será el futuro inevitable que sufrirán la gran parte de los catalanes. ¡Qué pena de país!