Al menos en una cosa tenían razón, en lo de que la sociedad actual es hedonista. O al menos los fariseos, que son la especie a la que pertenecen todos esos.
El fariseo goza supremamente de sí mismo. "Qué bueno soy, que avanzado soy, que evolucionado soy", en contraste con los "retrógrados" que le rodean.
Y cuando regala lo nuestro a una asociación de putas de zimbabue, o para la expresión artística de nietos de la República en situación psicológicamente inestable, ya es que alcanza el éxtasis. Porque siempre es lo nuestro que regala, claro. Su droga narcisista siempre es a costa de esos retrógrados de los que tan ricamente vive.
Si es que los derechos caen del cielo, ¿a que sí? Los traen los reyes magos, o quizá Santa. Lo juro... palabrita de Rodríguez.
Al menos en una cosa tenían razón, en lo de que la sociedad actual es hedonista. O al menos los fariseos, que son la especie a la que pertenecen todos esos.
El fariseo goza supremamente de sí mismo. "Qué bueno soy, que avanzado soy, que evolucionado soy", en contraste con los "retrógrados" que le rodean.
Y cuando regala lo nuestro a una asociación de putas de zimbabue, o para la expresión artística de nietos de la República en situación psicológicamente inestable, ya es que alcanza el éxtasis. Porque siempre es lo nuestro que regala, claro. Su droga narcisista siempre es a costa de esos retrógrados de los que tan ricamente vive.
Si es que los derechos caen del cielo, ¿a que sí? Los traen los reyes magos, o quizá Santa. Lo juro... palabrita de Rodríguez.