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Salvador Ulayar

Víctimas, unidad y mudez

¿Quién llamó la atención y elevó la voz sobre el asunto sin que los medios de comunicación, salvo las honrosísimas excepciones de siempre, lo destacaran? Pues hombre, ¿quiénes van a ser?: los extremistas de Voces contra el Terrorismo.

Recientemente y a propuesta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, la infinidad de entidades de víctimas que en España son, excepción hecha de Voces Contra el Terrorismo (VCT), firmaron un documento alrededor de los amenes de la ETA y la exigencia del asunto desde las víctimas.

VCT no quiso rubricar el texto puesto que a sus representantes se les negaba la posibilidad de un examen previo a la firma. Vamos, que se les presentó como las lentejas: si quieres las comes y si no las dejas, pues hay que mandarlo a los medios. Y es que estos de VCT –extremistas– tienen la peregrina idea de que antes de firmar nada uno ha de estudiarse lo que avala, valorar su idoneidad.

En cualquier caso hay que destacar que, al margen de lo inoportuno del momento de su presentación, el texto omite lo que VCT y decenas de miles de personas más decíamos en Colón pocos días antes: que ZP sigue en el mamoneo con la ETA. Es decir, aquella adhesión unitaria de colectivos procuraba la siguiente escenificación: la casi totalidad de asociaciones de la cosa están por firmar textos y ofrecer ruedas de prensa. Gente razonable, aseada, con las uñas siempre limpias. No como otros montaraces extremistas que clamábamos pocos días antes contra el apaño con los asesinos.

Porque, como es sabido, lo que Rubalcaba teme como al dolor de muelas son los documentos y las ruedas de prensa. Y si están surtidas de té y pastas ni les cuento. Poco hubo que esperar para recoger los tempranos y sin embargo maduros frutos de aquel trascendental texto de cuasi unánime rúbrica. ¡Por fin! A los dos días de la fotografía de la unidad de los colectivos, a los dos días de dejar claro que con un texto mu güeno que se calla lo que decíamos decenas de miles pocos días antes en la Plaza de Colón, digo, que a los dos días de ese acontecimiento de la constelación de colectivos estampando la firma conjunta, hermanados, en comunión... ¡tachán!, se conocían nuevos planes de Rubalcaba para seguir concediendo beneficios penitenciarios a sanguinarios etarras que tienen de arrepentidos lo que yo de top model.

Precisamente, amiguitos, contra estos enjuagues convocó VCT el 6 de noviembre en Colón. Total, que otro movimiento sospechoso de la factoría Rubalcaba y ¿qué hizo todo el predicho grupo de asociaciones abajo firmantes con la FVT de partera? Pues, por supuesto, callarse como puertas. ¿Y quién llamó la atención y elevó la voz sobre el asunto sin que los medios de comunicación, salvo las honrosísimas excepciones de siempre, lo destacaran? Pues hombre, ¿quiénes van a ser?: los extremistas de Voces Contra el Terrorismo. Fíjate tú, en vez de andar en la unidad pastueña que tanto mueve a simpatía entre nuestras dirigencias, en vez de dedicarse a firmar cucadas sin salirse del folio, se les ocurre zurrar la badana a don Alfredo por esos enjuagues y cariños que dispensa a los asesinos. Esos de los que afirmaba falsariamente que ya no son etarras, que han pedido perdón, que están muy arrepentidos... ¡Ay qué arrepentidos están mis niñoooos! ¡Ayyyy! Y nada, que todos los partidos políticos y la mayoría de medios de comunicación están encantados. La unidad a todo trance, no levantar la voz y no ver, tres asuntos que gozan últimamente de tan buenísima prensa en España que es como para salir corriendo. Oigan, la leche.

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