Muy bueno, D. Emilio. Felicidades. Hasta se nota la voz gangosa de uno y el hablar impostado y enfático del otro.
Emilio: No me gusta nada (entiéndase las dos negaciones en la misma frase como intensificación de la negación). Su diálogo achabacana en exceso las figuras de los dos interlocutores. Salvo para lectores muy iconoclastas, el efecto resulta ampliamente deprimente. Cualquiera que fuera la empatía con alguno de ellos (y tengo muy poca con Zapatero), habría que haber tenido en cuenta, en cierto modo, que se trata de los dos primeras magistraturas de nuestra Nación. En este artículo, creo que a su gracejo "manca finezza". Me duele expresarme con dureza hacia una persona de un apellido tan honroso y que escribe en un medio tan de mi predilección. Aparte de eso, me temo que se equivoca en la finalidad de la convocatoria presidencial a los grandes empresarios; opino que tendrá más miga. Con atención, de...
Se non è vero, è ben trovato... Porca miseria!
Estos empresarios(¿?) están encantados con estos dos sujetos.
Siguen cobrando sus variables y stock options y contratando jovenes licenciados con 2 carreras a 20.000€/año, cuando no de becarios.
Don Jaime, es usted un tío grande.