Lo de Aznar, todo hay que decirlo, fue bastante "light" comparado con lo de González (negociando y matando) y lo del iluminado. Fue una única reunión con los de las pistolas y otra con los "políticos" (las comillas son intencionadas). Dos reuniones debatidas previamente en el Consejo de Ministros con dos posturas encontradas pero al final prevaleció la línea arriolesca y ratesca.
La abogada de ETA, Jone Goirizelaia, -aquélla a la que la miserable titiritera Pilar Bardem, en la última negociación de rendición del Estado ante ETA, entregó una rosa blanca, manchada con la sangre virtual de las víctimas de ETA-, lo dejó muy claro, hace ya unos meses: las negociaciones con el Gobierno, -que nunca se interrumpieron-, partían de los acuerdos de capitulación del Estado, ya aprobados en el santuario de Loyola, en 2006, y que contemplaban la legalización del brazo político de la banda terrorista, formada por sus dirigentes; la puesta en libertad, de forma escalonada y continua, de los asesinos presos; la anexión de Navarra y, finalmente, la convocatoria de un referéndum independentista, sólo para vascos, que culminaría el proceso de rendición del Estado ante el separatismo vasco. ¿Y qué gana Zapatero, con esta clara rendición del Estado? Pretende quedar como el político que terminó con ETA, y así asegurarse unos votos manchados con la sangre de las víctimas de ETA que, una vez más, volverán a ser humilladas y postergadas, y contemplarán impotentes como los asesinos de sus familiares quedan libres, sin pagar por sus crímenes.
Dice el editorialista: "A fin de cuentas, la causa última por la que el terrorismo etarra no desaparece hay que buscarla en la propia ETA, cuyos crímenes constituyen su razón de ser y su única baza negociadora", lo cual creo que es absolutamente falso.
La causa última de que el terrorismo Etarra no haya desaparecido ha sido la mogigatería de la clase política Española que ha sido incapaz de utilizar el formidable poder del Estado para acabar con la banda en todos sus frentes y facetas.
Muchos años de amagar sin dar; de lucha policial al compás del más descarado entreguismo político; de desarticular comandos y no atacar el nido de la hidra que todo el mundo sabe que está en las Ikastolas. De sumarios con cientos de miles de años de condena que quedan en nada; de esforzada labor policial que es desbaratada después con la política carcelaria.
Mil muertos a sus espaldas y todavía los Etarras convictos pueden dedicarse a la cría de perros; a la filosofía pura; a hacer pseudo huelgas de hambre; a recibir visitas higiénicas; a casarse; a cuidar a sus mamás enfermas y a brindar con champán la celebración de cada nueva víctima... Demasiados derechos mientras sus víctimas se pudren en sus tumbas.
Por favor, dejémonos de chorradas y despertemos del sueño que nos ha inducido la soporífera propaganda del enemigo. Digo que es urgente que despertemos porque de seguir así, no solo nos levantaremos jodidos, sino además meados y sodomizados.