Lo que no parece es que fuera muy devoto del trabajo, otra cosa fuera el enredar. La prueba, ha muerto nonagenario (92), como tantos dirigentes estalinistas españoles: Pasionaria (94), López Raimundo (93), y aún siguen por ahí vivos Carrillo (95), Marcos Ana (90).
¡AY Dios mío, cuanto papanatismo! A algunos les basta que un sindicalista haya trabajado en la Perkins y no viaje en cruceros de lujo para subirle a los altares, si además el franquismo lo metió en la cárcel no hay pecado que se resista.
Aquí tendría que surgir un TEA PARTY, proclaman algunos, pero ¡que TEA PARTY va a surgir aquí con estos complejos que tenemos!
Lo siento, el Sr. Camacho (QEPD) no fue ejemplo de nada para muchos españoles, de la misma forma que en su día nos tuvimos que tragar los funerales a Tierno Galván, que tampoco había sido ejemplo de nada para muchos.
Recuerdo cuando Marcelino en los finales años 70 veraneaba en la Rumanía de los Ceausescu (gratis total) y regresaba explicando en las entrevistas lo bien que vivían los obreros soviéticos, que tenían balnearios especiales para sus vacaciones. Un perfecto ciego.
Este coro de periodistas automáticos destacan su lucha cpntra la dictadura (para establecer otra mucho más dura e inútil) y su gran sentido del Estado (o simplemente ramalazos de realismo)
En su funeral el ritual de los puños en alto (muchos descubriendo muñecas enfundadas en Cartier) y la Internacional de carrerilla. La Casa Real se presenta a dar su sentido pésame y luego el entierro plagado de banderas republicanas.
¿pero es posible lío más grande?
A mí no me importa que alguien sea comunista y trate de salvar la cara a la terrible historia de su ideología/religión, siempre que no insulte, no trate de matarme, no avasalle y no pisotee a los que no son de su cuerda. Uno puede declararse en discrepancia siempre que esté vivo y libre de prisión, amenazas y chantajes.
Es muy raro, y cada vez será más raro, ver a un comunista tan buena persona como este don Marcelino.
Fué una rueda dentada más del inmenso engranaje del PC, que es el partido político más letal, diabólico, antihumano, tiránico y asesino que haya existido en toda la historia universal.
Por tanto, equivocado o no, honrado o no, este individuo formaba parte del mayor cuadro de criminales que el género humano ha soportado y mucho me temo, seguirá soportando.
Así que por muy "guay del Paraguay" que fuera, no dejaba de ser un mayordomo del Mal, cuyo "noble objetivo" era la aniquilación de la libertad, eso sí, revestido de "nobilísimas intenciones".
Que Dios le perdone.
Sí, fue un ferviente seguidor de la secta más criminal de la historia. Hasta el final. Por lo que cabe preguntarse acerca de cómo alguien honrado y presuntamente cabal siguió creyendo en la misma.
Y sus convicciones tienen un rango mucho más amplio y profundo que un gran error: que se lo pregunten a los muchos cientos de millones que lo han sufrido.
Descanse en paz. Efectivamente, es común destacar su honradez pero es que estamos muy mal acostumbrados.
Marcelino Camacho pudo haber sido honrado (novedad en esta ex-Paña nuestra), pero era comunista, y por ello profundamente equivocado. Menos mal que sus ideas no triunfaron. La mayor ideología asesina de la historia.