El comunista –nada mejor que nazi—Gregorio Gordo opina que todo el mundo tiene "derecho a evolucionar, a retractarse y a rehabilitarse", un derecho constitucional, afirma él, hombre muy entendido en leyes. Pero no en leyes democráticas. Ese derecho que él invoca era típico del stalinismo, aunque la rehabilitación podía llegar bastantes años después de recibir un tiro en la nuca el retractado, o bien realizarse en algún psiquiátrico carcelario, pues otra idea de este personaje es que los "errores" de Gómez o de Aguirre proceden seguramente de alguna enajenación mental transitoria, ya que no se explica de otra manera que puedan discrepar de las ideas comunistas.
Así, ofrecen a Jesús Gómez y a Esperanza Aguirre, con los típicos modales estalinianos, la generosa posibilidad de una "autocrítica", que si no se la hacen los autocriticables se la harán ellos, los marxistas. Tampoco parece muy enterado el señor Gordo cuando niega que se pueda comparar a los nazis con los comunistas, o afirma que el Partido Comunista Español ha sido siempre abanderado de la democracia, la reconciliación nacional, etc. Me parece que al señor Gordo le vendría muy bien leer algunos libros, de César Vidal o míos, por ejemplo, para aprender lo que ha dado de sí el comunismo en general y el PCE en particular. Comprendería entonces que ser comunista no es nada mejor que ser nazi, y entonces podría él mismo "retractarse y rehabilitarse", si le daba por ahí.
Me dice Fernando Díaz Villanueva que el señor Gordo también se ha despachado a gusto contra mí, que a su juicio estoy aquejado de enajenación mental no transitoria, sino permanente. Ya otros de su grupo intentaron meterme en la cárcel y "reeducarme", como se recordará. Bueno, visto lo anterior, no podemos acusar a Gordo de incoherencia. Es perfectamente coherente con su mentalidad stalinista o chekista. Y es que en cuanto abren la boca ellos mismos se denuncian.