Eres prácticamente inteligente,
prácticamente bella y agraciada,
prácticamente bienintencionada,
prácticamente culta y competente.
Eres prácticamente convincente,
prácticamente desinteresada,
prácticamente abstemia, moderada,
despierta y perspicaz. Prácticamente.
Prácticamente cobras un salario,
prácticamente igual que un proletario:
sales prácticamente gratuita.
Prácticamente tú, del GAL, ni idea...
Tenías veinte años, Leire, o sea,
que eras prácticamente pequeñita.