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Un negocio bien formal

Algunos gobiernos árabes no tienen ningún escrúpulo en mercar con la vida de miles de jóvenes que tratan de huir de la miseria, al tiempo que juegan con nuestros propios miedos a las consecuencias de una inestabilidad generalizada de la región.

Herbert dijo el día 6 de Septiembre de 2010 a las 00:58:

Lo que habría que hacer es considerar a esos países como lo que son: dictaduras infames de las que hay que liberar a su población. Deberían ser considerados del mismo modo que EEUU considera a Cuba.

Los emigrantes, deberían ser aceptados sin mayores condiciones, salvo la de pasar por el preceptivo readoctrinamiento a favor de occidente y su integración impecable, a riesgo de ser inmediatamente deportados hacia su dictadura islamista de origen. Si se actuara de este modo, los países árabes reaccionarían igual que Cuba, cerrando sus fronteras ante el miedo a una brutal pérdida de población, y por lo tanto de poder.

Hace menos de 25 años, los jóvenes marroquíes pedían sexo, drogas y rock&roll, al estilo de los jóvenes occidentales del momento. Sus aspiraciones eran plenamente prooccidentales, para bien y para mal. Vestían vaqueros y cazadoras de cuero importadas ilegalmente de occidente, como si fueran moteros, y se avergonzaban de sus mayores por vestir las ropas tradicionales del magreb. Admiraban la cultura occidental y consideraban la suya como lo que es, una cultura atrasada y limitada por las ataduras que le son propias.

El cambio acontecido no ha sido total, y es consecuencia directa de la poderosa propaganda islamista, a la que occidente no ha respondido con la debida firmeza. Si la respuesta se hubiera parecido más a la que occidente dio al bloque comunista, a estas alturas el bloque islamista sería mucho más débil y estaría fuertemente dividido.

española dijo el día 5 de Septiembre de 2010 a las 08:27:

El dinero que les regalamos se vende como ayuda al desarrollo. Porque desarrollando los paises pobres los sacamos de la miseria y entonces no vienen a Europa ni se hacen terroristas.

Solo hay un problema. Solo es dinero para los ricos de los países pobres.