El dinero que les regalamos se vende como ayuda al desarrollo. Porque desarrollando los paises pobres los sacamos de la miseria y entonces no vienen a Europa ni se hacen terroristas.
Solo hay un problema. Solo es dinero para los ricos de los países pobres.
Lo que habría que hacer es considerar a esos países como lo que son: dictaduras infames de las que hay que liberar a su población. Deberían ser considerados del mismo modo que EEUU considera a Cuba.
Los emigrantes, deberían ser aceptados sin mayores condiciones, salvo la de pasar por el preceptivo readoctrinamiento a favor de occidente y su integración impecable, a riesgo de ser inmediatamente deportados hacia su dictadura islamista de origen. Si se actuara de este modo, los países árabes reaccionarían igual que Cuba, cerrando sus fronteras ante el miedo a una brutal pérdida de población, y por lo tanto de poder.
Hace menos de 25 años, los jóvenes marroquíes pedían sexo, drogas y rock&roll, al estilo de los jóvenes occidentales del momento. Sus aspiraciones eran plenamente prooccidentales, para bien y para mal. Vestían vaqueros y cazadoras de cuero importadas ilegalmente de occidente, como si fueran moteros, y se avergonzaban de sus mayores por vestir las ropas tradicionales del magreb. Admiraban la cultura occidental y consideraban la suya como lo que es, una cultura atrasada y limitada por las ataduras que le son propias.
El cambio acontecido no ha sido total, y es consecuencia directa de la poderosa propaganda islamista, a la que occidente no ha respondido con la debida firmeza. Si la respuesta se hubiera parecido más a la que occidente dio al bloque comunista, a estas alturas el bloque islamista sería mucho más débil y estaría fuertemente dividido.