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Hymen

Si el matrimonio homosexual chirría algo, es exclusivamente por lo que comparte con las Primeras Comuniones laicas, el Ser Supremo de Robespierre o las hamburguesas vegetarianas, todavía sin mayúsculas.

berdonio dijo el día 2 de Septiembre de 2010 a las 20:39:

A veces nos metemos en ajardinadas espesuras nihilistas de las que sólo se sale a machetazo limpio.

Puestos a escoger entre el criterio de la autoridad competente sin más, es decir, quien detenta el poder por la fuerza de las armas o de los votos, y el criterio emanado de un modelo racionalista falsable, me quedo con el segundo. De todas maneras, a mi entender, el problema no está en el criterio, sino en el impuesto ámbito de aplicación. Lo que me pregunto es: ¿por qué demonios anhelamos criterios de aplicación colectiva, o sea, coercitiva? ¿Por qué no dejamos de hacernos la puñeta y nos concedemos un poco de libertad respectiva? Es cierto que la guerra y el conflicto son un poderoso generador de aditividades positivas parciales en un escenario de permanente robo y saqueo (por eso son tan recalcitrantes), pero la libertad y la cooperación funcionan mejor, y en un entorno tecnológico nuclear es eso o la destrucción mutua asegurada. ¿No es más razonable que cada cual encuentre su criterio de verdad y bondad en un medio de libre competencia, es decir, sin gobiernos ni políticas que nos opriman?

No es cierto que la ley natural bien entendida sea un criterio más. Es un metacriterio a cuya luz desaparecen como por ensalmo todas las antinomias políticas. Los derechos naturales, los derechos humanos, proceden en realidad de un único principio: el derecho de toda persona a no ser inicialmente coaccionada, condición suficiente de todos los demás. Siguiendo tal referencia es fácil resolver cualquier dilema moral.

Si el matrimonio homosexual chirría es por lo que tiene de socialista, es decir, de imposición de una moral concreta, de coacción social más o menos explícita.

Vendeano dijo el día 2 de Septiembre de 2010 a las 09:42:

¡Voy muy rápido para tanto bache, don Bernard! No he logrado tocar suelo, es Vd. un Góngora de la prosa y me atasco. Creo que un artículo no debe ser tan denso formalmente, aunque conceptualmente sea profundo (oposiciones profundidad/superficialidad vs. densidad/levedad)

Sobrevolando, creo que he captado lo que quería decir, pero no a donde quería llegar, que es por lo que intenté leer su artículo...

Un saludo