El 11M se acabó la democracia en España. Así de simple y así de bárbaro.
La lucha de la sociedad civil debe encaminarse a conseguir restaurar la democracia.
Todos los poderes que estaban presentes en el 11M. Psoe, Pp, Partidos nacionalistas, jefes militares y civiles, monarquía incluida deben desaparecer como única manera de restaurar la democracia en España.
Muchos no olvidamos, auque no tengamos, POR AHORA, ningun muerto como consecuencia del 11M.
Cada vez que hablamos con uno de izquierdas les imputamos el asesinato masivo: fueron ellos, la mitad de España quién atentó contra todos. Contra la democracia incipiente ya anulada por el hecho.
Cuando nos cruzamos con Gabilondo o Rubalcaba: les llamamos y les seguiremos llamando golpistas: lo son, sino que demuestren lo contrario.
"Al día de hoy, seguimos sin saber la verdad y el proceso judicial parece cerrado con el beneplácito de todos, víctimas, ciudadanos, clase política y sus múltiples terminales mediáticas."
Con mi beneplácito, NO, Sr. Moris. Sus energías son las mías y las mías están con su familia y con las familias de las víctimas que necesiten saber qué ocurrió realmente aquel fatídico 11 de marzo. Como Ud muy bien dice: "la versión oficial de los hechos no aguanta un análisis riguroso y no está apoyada en pruebas y hechos incontrovertibles".
Hay muchas mentiras, muchos silencios y muchas actuaciones sospechosas de los poderes del Estado.
Un abrazo para Ud. y para Pilar
Si los próximos gobernantes van a ser Rajao y sus secuaces, mucho me temo, don Gabriel, que la investigación judicial y policial del 11-M seguirá sin hacerse. Y es que cada vez hay menos estamentos interesados en saber la verdad de tamaño crimen.
Tal como lo veo, y al igual que pasó con los GAL, sólo la delación de alguno puede reabrir el caso.
Es cosa juzgada, nadie quiere abrir el caso porque nadie está interesado en hacer luz sobre un asunto tan oscuro. El poder es corrupto por naturaleza y siempre impone por la fuerza sus intereses. Para ello tiene el ejército, que ahora llama a la guerra "misiones de paz" y no le importan los muertos. Como tampoco le importan los vivos, que somos meros "sujetos pasivos" a quienes se les estruja para recaudar impuestos, que para eso somos siervos de la gleba y carne de cañón como en los mejores tiempos del feudalismo. Nada ha cambiado, a pesar de la revolución francesa, la bolchevique, la castrista o la transición. Seguimos donde siempre, aunque sea con guante blanco y apariencia de libertad y democracia. Volviendo al 11-M, las mentiras sobre el mismo son cada día más evidentes. Nadie sabe la verdad, pero todos sabemos que lo dicho,lo juzgado y lo sentenciado es mentira. Pero hay demasiados encubridores, porque hay demasiados beneficiados de aquella masacre y con mucho poder. Al pueblo llano, como siempre, le toca poner los muertos. Como en todas las guerras. Y el terrorismo es la guerra de la modernidad.