Soy profesora de enseñanza secundaria. Hoy he asistido horrorizada a una charla sobre Educación para la Salud, o educación sexual que es lo mismo. Allí se han dicho, entre otras cosas, las siguientes: que vivimos en una sociedad coitocentrista, que la adolescencia es una etapa de experimentación y que puede que los valores que les han enseñado no sean los adecuados... que mientras haya acuerdo todo vale: sexo anal, por ejemplo. Que los chicos tienen el punto G en el ano, con lo cual se están perdiendo algo muy importante si no practican sexo anal ¡Aunque sean heterosexuales!. Toda la frase anterior dicha así literalmente, os lo aseguro. Que las monjas o los sacerdotes no son asexuales, que tendrán otro tipo de sexualidad. Que los chicos se olviden del coito y practiquen el cunilingus.
...En fin , esto ha sido en las primeras dos horas de charla, porque la señorita voluntaria de la Cruz Roja tiene que venir otro día más, otras dos horas a tratar otro tema.. ¿de salud? ... ¿Los padres saben el alcance de toda esta "información que se les da?
Pornografía, sencillamente.
Hoy se quiere que la escuela se dedique a todo tipo de menesteres serviles: que si cocina, que si tecnología, que si manualidades, que si conocimeinto del medio medio,en lugar de a lo que importa: ensanchar la neurona y el saber.
Naturalmente, nada de amplios conocimientos fisiológicos y humanos; "eso" frase tópica típica de in-docentes "ya lo aprenderán después" ¿¿cuándo?? Y desde luego, la literatura verdadera es peligrosísima, llena de Dios y de alma: literatura de supermercado y "el árbol de la ciencia" como mucho. Latín ni hablar qué rollo, eso sí los dinosaurios, a todo pasto, para que no se diga, incluso Atapuerca, y el maravillosos arte islámico
ahí entra de lleno la pornografía: detalle de los modos, modas y tipología de burdel
Sencillamente, es un asunto moral que sólo compete a los padres. Se usurpa la patria potestad en un abuso connatural a una educación monopolizada por el estado o por cualquier poder hegemónico o secta pedagógica dominante.
Muchos de estos abusos se disolverían como azucarillos sólo con introducir el cheque escolar: desaparecería también como por ensalmo, p. ej., la imposición lingüística. Pero por eso mismo los nazionalistas y los demagogos de todos los partidos retendrán siempre el control de la educación, a no ser que se les arrebate por la fuerza.
La justificación de oponerse frontalmente a cualquier mínimo intento de impartir una moral "pública" es que la moral es nuestra segunda naturaleza (adquirida) que, con la primera (genética), compone la persona. Y como nadie puede arrogarse poseer la mejor escala de valores morales, lo mejor es disolver todo poder en las menores unidades responsables posibles: los padres sobre sus hijos. Así se limitan los daños de los malos maestros a la vez que se protegen los aciertos de los buenos.
Recojo la crítica de punt a los que pensamos, como yo, que este tipo de adoctrinamiento no funciona con niños pequeños. Y quiero decir:
1. Que me parecen muy bien todas las críticas que se están haciendo porque tratar de adoctrinar en el sexo a los pequeños es una BARBARIDAD.
2. Que eso no quita para que esté convencida de que la maldad de esta propuesta aparece superada por su imbecilidad. Es cierto que los niños pequeños son esponjas de conocimiento, pero después de 10 años dando clase en Infantil y Primaria, os aseguro que el único conocimiento que absorben es el que LES INTERESA. Y a los niños de esas edades no les interesa el sexo, aunque sí les interesa su cuerpo. Por ejemplo, el año pasado un niño de 3 años me preguntó: "¿Y por qué mi hermana tiene una rayita para hacer pis y yo tengo 'un puñito con un dedito?" ¿Es esta pregunta sexual? Pues no, la verdad.
Lo que pasa es que estos tipos que nos gobiernan quieren mezclar anatomía con moral, y a eso lo llaman 'educación sexual'. Y estoy de acuerdo con que quieren pervertir a los niños, y en que quieren subvertir unos valores milenarios y re-educarnos en su basura ideológica. Pero creo que, dentro de la desgracia que supone a tener a semejantes desviados como gobernantes, tenemos la suerte de que son IDIOTAS. Esto de la mal llamada educación sexual no es viable desde un punto de vista pedagógico. Es mi opinión, fundada en 10 años de experiencia (20 niños por año, 200 niños de muestra).
Saludos cordiales. Estamos todos en el mismo barco, pero cada uno apunta los argumentos que mejor conoce.
¡Exacto! Le ha salido bordado. Gracias, D. Pío.
moa, eres el hombre de las cavernas.
Pues tiene toda la razón Pio Moa. Yo también recibí educación sexual en el colegio a finales de los 70 y principios de los 80. Y, como Pepe García Domínguez, no me escandalicé ni me escandalizo de esa educación sexual (biológica y anatómica), porque luego recibía educación moral en casa o en el mismo cole (y la televisión, cine y sociedad de entonces no era tan rastrera como ahora... aunque ya empezaba a serlo). Si la educación sexual no va acompañada de esa educación moral, que también se recibía antes, se comprenden entonces todos los excesos sexuales que padecemos y que Pío Moa los nombra como síntomas de la sociedad enferma que padecemos (jeje, ¡que tiempos hace 30 años!. En mis libros del cole se ponía como personas a respetar a los profesores, médicos y sacerdotes. Eso es impensable ahora)
Uno de los más grandes problemas de nuestra sociedad es la sobrevaloración del procedimiento escolar público, como único y obligatorio procedimiento de aprendizaje para todas las materias. Paradogicamente, la calidad de la enseñanza desciende a medida que esta sobrevaloración aumenta.
No es la escuela el lugar apropiado para aprender sobre comportamiento sexual, aunque sí puede serlo para aprender sobre anatomía y función del sexo. El comportamiento sexual es algo que cada individuo aprende dejándose guiar por sus instintos y por los conocimientos adquiridos de su pareja sexual, por su propia familia o por sus amigos.
El comportamiento sexual forma parte indisoluble de las conductas sociales e instintivas del ser humano y, por lo tanto, no pueden ser correctamente enseñado en la escuela, sino que se aprenden socializando. Sólo faltaría que nos enseñasen en la escuela lo que es correcto o incorrecto que hagamos en la intimidad de nuestro dormitorio. Es una manera detestable e intolerable de intervenir en la vida ajena.
Una cosa es que la familia delegue la educación de sus hijos en la escuela, porque carece de todos los conocimientos de los cuales los jóvenes pueden beneficiarse en el futuro, y otra bien diferente que las familias permitan al estado educar a sus hijos como el estado considera oportuno.
Son las familias quienes deben controlar la educación de sus hijos, no el estado. Por desgracia, hace muchísimos años que las familias, los ciudadanos, abdicaron de sus responsabilidades en este campo, y el estado se hace cargo de él cada vez con mayor intensidad.
La prueba de que lo que dice el señor Moa es veraz, la encontramos en la actitud del poder hacia la homosexualidad, alentada ideológicamente en un marco de propósito general, que no explicada; ya que expilcar esta se reduce a la búsqueda placer sexual entre personas del mismo género, sin que para ello tenga que mediar amor, afecto o ningún otro tipo de sentimento de esta clase. Pongo como ejemplo que amo a mis amigos, ¡pero no deseo por ello! introducir mi sexo en su cuerpo para obtener placer; o práctica semejante orientada al mismo fin entre mujeres , que es la consumación y la esencia del impulso homosexual, no "homoafectivo". Cerolo es un gran ejemplo del homosexual furibundo como herramienta ideológica de finalidad política.
He enviado el comentario sin ver que los comentarios a este tema eran de agosto 2010. Es una pena no poder verlo publicado.