Ciertamente debió ser un buen maestro. La prueba es el elogio que de el hace un discípulo.
Nos dice que gustaba de someter a opositores y doctorandos a debates con preguntas y comentarios sobre su intervención. Y que sólo le preocupaba que los argumentos expuestos fuesen consistentes y elaborados, aunque contradijesen su pensamiento. Y ésa es la clave del buen maestro: conseguir discípulos que piensen por sí mismos y expongan con sus propios argumentos; no aquellos otros que se limitan a reproducir el pensamiento del maestro con sus mismos argumentos, cual "loritos". A lo largo de mi vida profesional siempre les he dicho a mis alumnos que debían pensar por sí mismos; que debían poner en duda cualquier cuestión que se les expusiera, y aceptarla no por cuestión de autoridad (padres, maestros, etc), sin por su propio convencimiento. Sólo así podrían considerarse hombres libres en el más amplio sentido de la palabra.
Descanse en paz, pues, ese magnífico maestro que fue don José Vilas Nogueira.
Y mi felicitación al articulista, por recordar así a su maestro.
Los lectores de LD le echaremos de menos.
Le conocí a través de sus artículos en El Correo Gallego y Libertad Digital. Seguro que el mejor obituario lo hubiera escrito él mismo. Descanse en paz.
Es el turno de la USC, El Correo Gallego y Libertad Digital para que reciba el justo elogio póstumo. Estarán a la altura?