Exelente sátira política Don Emilio. ¡Felicitaciones!
Y es más, señor Campmany. entonces sí que seremos una nación homogénea. Bueno, siempre quedará un grupo de fachas por Covadonga, que tampoco costará tanto reducirlos y más con apoyo aéreo de la OTAN.
Carta del Rey ha venido/ para las niñas de Orán, de Orán/ que se vayan a la guerra/ a defender su corona´, corona ¡que dame la mano, paloma/ que quedese con Dios señora, señora
(Antigua canción de comba)
A ver si se enteran todas las tontas legislativas de los institutos de la mujer y gaitas varias, y la imbécil de turno al frente (ida la sangrienta y jiménez gran cu) que no saben donde tienen la mano derecha
¡¡¡¡¡¡¡¡¡ treinta años más de socialismo !!!!!!!!!
Bueno, yo soy más a mí la Legión que nadie, pero si nací es porque mi padre estaba vivo y si mi padre estaba vivo en parte fue porque entre él que tenía 8 años y un "compañero" miliciano se interpuso un morito de los de Varela.
Voy de vez en cuando de vacaciones a Marruecos y ya empezamos a tener que aprender ciertas cosas de ellos, que no es malo todo lo de allí, ni bueno todo lo que estamos viendo aquí.
En Marruecos hay mujeres policía, en la aduana pasas por una ventanilla donde puede haber un hombre o una mujer, por supuesto con el uniforme no llevan velo y son tan profesionales como el que más.
Pero es que además en Marruecos hay orden, respeto a los mayores y alegría y ambiente en las calles a cualquier hora, porque allí no están encerrados tras las rejas, y si dejas la bolsa en la playa cuando vuelves sigue estando mágicamente en el mismo sitio. Pero es que en Marruecos vas por la ciudad con la ventanilla del coche abierta y sin ese desasosiego comprobando si has cerrado los seguros. Pero es que en Marruecos los niños están todos en el colegio y allí, ¡oh milagro!, juegan felices en la calle y estudian y hablan francés y marroquí, inglés por descontado, y según la zona español. Pero es que en Marruecos los adolescentes no son unos groseros maleducados con pinta de delincuentes que pasan su tiempo libre atados a una litrona o tirados por los suelos.
Nos pensamos muy listos los españoles, con derecho a mirar a los demás por encima del hombro, pero solo hay que salir de España y mirar otra cosa que ¡Aquí no hacen la paella como nosotros! y ¡Aquí no hay chorizo!, para comprobar que vamos cuesta abajo y sin frenos.
El Rey de Marruecos, será un dictador, ¡Oh, pecado!, pero es respetado y lo quieren y está levantando su país a una velocidad increible para quien va a menudo. Lo que necesitan es suerte para no ser engullidos por el fundamentalismo islámico ni por el progresismo estúpido, nosotros tenemos que jugar nuestro juego, que como bien dice el artículo no lo jugamos y ellos el suyo, que sí lo juegan, con Zarco y con Obama entre otros.