[Vendeano] Verdaderamente, es la primera vez que me comparan con los escolásticos, dudo que merezca tal comparación pero se la agradezco. Hasta ahora pensaba que sólo me enrollaba como una persiana.
La cuestión de la egosintonía/egodistonía es una de las cuestiones en las que hay una confusión interesada, ya que los mismos términos se aplican a dos conceptos diferentes, y eso provoca que se intercambien para embarrar el terreno. Los conceptos diferentes son la "personalidad egosintónica o egodistónica" y la "homosexualidad egosintónica o egodistónica":
- La "personalidad egosintónica", en cuanto a lo que estamos debatiendo, es la del heterosexual, ya que su sexo y su inclinación sexual están en sintonía, se corresponden.
- La "personalidad egodistónica", por el contrario, es aquella en la que el sexo y la inclinación sexual están en distonía, no se corresponden: estamos hablando de los homosexuales. Como tal egodistonía es un trastorno.
Ya en referencia al segundo concepto sobre el que se aplican estos términos, es decir, dada ya una personalidad egodistónica (homosexual), la persona puede aceptar o rechazar su distonía.
- Así, la "homosexualidad egosintónica" es aquella en la que la persona acepta su homosexualidad. Se comporta como tal y ello no le produce especial tensión emocional.
- La "homosexualidad egodistónica", por el contrario, es aquella en la que la persona rechaza bien su homosexualidad o bien su cuerpo, derivando en tratamientos psicológicos, tratamientos hormonales y/o cirugía de cambio de sexo. Una egodistonía tan íntimamente rechazada puede llegar a provocar tensiones emocionales bastante graves en las personas que la sufren (como para llegar a la cirugía radical, medida que no se toma a la ligera, por ejemplo).
Por lo general suelo ser muy puntilloso con estas cosas porque una de las herramientas de manipulación y demagogia que tienen las ideologías de género es, precisamente, la denominada "resignificación" (se encuadra dentro de las técnicas arteras de subversión que mencionaba en el otro comentario), por la que imponen cambios ideológicos en el lenguaje, subvirtiendo el significado de determinadas palabras y expresiones clave, de forma que a través del lenguaje lleguen a desvirtuar/pervertir el concepto definido por esas palabras (recordemos que el "miembros y miembras" de la ministra no fue casual: el ministerio de igualdad tiene un equipo trabajando en desarrollar un diccionario de lenguaje "no discriminatorio" en el que, por ejemplo, se destierra el género epiceno cuando coincide con el masculino).
Esta resignificación la hemos visto, por ejemplo, con la palabra "género", que empezaron a utilizar hace más de 20 años como sinónimo de la palabra "sexo" (recuerde que inicialmente se consideraba una mera mala traducción del inglés "gender", fruto de la incultura). Cuando se hubo logrado imponer el uso generalizado de la palabra "género" (por ejemplo, en diversas leyes), empezaron a utilizarla con un significado diferente al original (ya no era sinónimo de sexo, sino que ahora denominaba un rol social tradicionalmente pero no necesariamente ligado a los sexos; nótese que las leyes que se promulgaron usando la palabra género comenzaron a aplicarse con un sentido impropio, contrario al espíritu que inspiró la ley). Lo siguiente es pretender que el sexo no es relevante y que lo relevante es únicamente el rol social de las personas, lo que abre la puerta a otras subversiones...
...como es, por ejemplo, la de la palabra e institución "matrimonio". Partiendo de la imposición traicionera de que el sexo no importa, que sólo importa el "género" o rol social, pasan a pretender que para constituirse un matrimonio ya no es necesaria la complementariedad sexual entre los contrayentes. Así, subvierten la palabra "matrimonio" para hacerla admitir realidades que le son ajenas ("matrimonio" viene de "mater monium", "en calidad de madre": lleva implícita la unión fértil, que sólo puede ser entre personas de distinto sexo): así, se impone por ley el "matrimonio entre personas, sin importar de qué sexo sean", y lo justifican en que "en las parejas homosexuales uno suele ocupar el rol masculino y otro el femenino" lo que, por lo visto, pretenden que los hace equivalentes.
Recuerde que contra aquella ley protestó la sociedad, protestó la RAE, protestaron las religiones, protestaron todo tipo de organismos consultivos y no consultivos como el CGPJ y el Consejo de Estado, protestaron instituciones como el defensor del pueblo, protestaron muchos jueces, se hicieron manifestaciones y recogidas de firmas... Nada de esto sirvió porque se trataba de subvertir la institución matrimonial, fundamental en nuestra cultura y nuestra sociedad, todas ellas odiadas por las ideologías de género. Hoy, "matrimonio" en Ex-paña es, legalmente, cualquier union entre personas cualesquiera. La institución ha sido pervertida y convertida en lo contrario a lo que debe ser y que, hasta el advenimiento de ZP, era.
O sea: género, género y más género.
Naturalmente, como alguien llame a las cosas por su nombre, se le acusa inmediatamente de "reaccionario" (curioso, resulta que el reaccionario es quien quiere que las cosas sigan como estaban, mientras que no es reaccionario quien se está rebelando y está subvirtiendo el orden preexistente; nótese la demagogia), se acusa de "carca" (claro, quieren imponer un orden "nuevo", luego sus esfuerzos se encaminan a anular el orden "viejo") y se le cuelga el sambenito que corresponda al crimen cometido (puede ser "homófobo", "machista", "sexista", "intolerante", "ultra-*.*", etc... al igual que otros escupen lo de "anticatalanista", "facha", etc) en un acto instantáneo y automático, pero aprendido, como era la secreción de jugos gástricos del perro de Pavlov: no hay argumentos sino sólo una descalificación inmediata.
Esto de condenar a quien llama a las cosas por su nombre no es nada nuevo: en la novela 1984, de George Orwell, existía la "neolengua", de uso obligado, con la que sólo se podían expresarse ideas afines a la ideología en el poder. Quienquiera que quisiera expresar ideas ajenas a la dominante, se veía obligado a utilizar palabras de la "vieja lengua" y, por el mero hecho de usarlas, se pasaba a ser considerado desde sospechoso hasta peligroso, y a ser desde excluido hasta detenido y anulado.
No creo que a nadie le resulte desconocida la idea de la "discriminación por medio de la lengua": es aplicada por los nacionalsocialismos totalitarios que dominan algunos territorios de España, donde aplican leyes inconstitucionales mediante las que usan la lengua como criba mediante la cual "eliminar" la disidencia. Aquí la "neolengua" se llama "catalán", "vasco" o "gallego".
Del mismo modo, en lo referente a las ideas reaccionarias y totalitarias, pero no locales y nacionalistas, que imponen las ideologías de género, la "neolengua" se llama "corrección política" o "jerga pedagógica" (el mundo educativo está invadido de estas ideologías, que se expresan mediante una jerga que lleva a confusion a cualquiera que la desconozca; como ejemplo, véase el verdadero significado de la expresión "escuela comprensiva", que no tiene nada que ver con la comprensión y buen trato al alumno, sino con la conformación de grupos de alumnos tan dispares y heterogéneos que ni el maestro puede educarles ni ellos pueden progresar mínimamente como grupo). Quien se salga de lo políticamente correcto, pasa a ser estigmatizado inmediatamente y a ser puesto "en observación", a ver qué hace por si hay que tomar medidas represoras más intensas (véase multa a Intereconomía).
No en vano, cuando a menudo me expreso "con claridad" en círculos familiares y de amistad, a menudo recibo la crítica de que "no puedo hablar así" o que "se pueden decir las cosas de otra forma". Parece que critican la forma pero no el fondo, que están de acuerdo con las ideas pero no con la forma de expresarlas, pero al final esto no es cierto: "casualmente", la forma alternativa y supuestamente mejor que proponen para "decir las cosas" es una con la que, resulta virtualmente imposible expresar las ideas que estaba expresando.
O sea, neolengua pura.
Un saludo.
#punt
Vaya elaboración la suya. Parece un escolástico. Es curioso, hace tan sólo unos dias un amigo me comentó lo del egodistonismo/sintonismo.
Dudo que esos sres. lo aprecien, se limitan a indignarse y dar grandes gritos. Iba a decir que se parecen a un sexo (no precisamente el homosexual) que, en vez de limitarse al tema en cuestión, extienden el ataque a cualquier campo que les venga bien, ad hominem (nunca mejor dicho), sentimental o lo que haga falta. La cuestión es vencer con o sin razón, anular al contrario para que ni chite ni se menee. No se, incluso aceptando lo beneficiosa que es la reafirmación del propio ego, hay un límite a partir del cual no tiene gracia ganar contra las reglas. Esa manera de "argumentar" con arma nuclear no es muy limpia (fair play), y no parece que busque clarificar sino ocultar (es eso lo que la hace, más que sospechosa, lamentable, pues parecen querer, sin darse cuenta de ello, poner una cortina no ante los demás, sino delante de sus propios ojos)
A ver "losiento" si lo sientes de verdad, DE VERDAD, y tienes compasión de nosotros. No nos castigues de esa manera inmisericorde. No utilices ese lenguaje asqueroso de tipo "Público". Casi soy capaz de darte la "perragorda" y quedarme yo con la chica. A Moa no le vais a silenciar. Ya lo han intentado otros con mas luces.
Salud.
Qué cruz. No se cómo decir en español más claro que YO no considero defectuoso al homosexual (en eso estoy con Vds.), que lo que defiendo es que EL SR. MOA tenga todo el derecho a PENSAR que a un homosexual le falta algo, incluso a DECIRLO (en eso no estoy con Vds.).
El Sr. Moa piensa, vaya a saber Vds. porqué, que a los homo les falta algo. Tiene todo el derecho a pensarlo y decirlo, puesto que, como dije, no supone VALORACIÓN MORAL (¿valora moralmente a los calvos quien considera que les falta pelo?)
Sr. "losiento", Vd. mismo lo dice:
"Le dije que imaginara un supuesto hipotético de alguien que considerando "fea" a una persona le negara su dignidad en igualdad con el resto de seres humanos por algo que dicha persona no puede elegir."
Lo imagino, si, y me parece deleznable, pero no es el caso de Moa., pues (substituyo las x):
"... alguien que considerando "desgraciada" a una persona le negara su dignidad en igualdad con el resto de seres humanos por algo que dicha persona no puede elegir."
Moa considera una desgracia ser homo (o no ser hetero, como prefieran), pero NO LE NIEGA SU DIGNIDAD, etc, etc.
Vean Vds. las dos afirmaciones:
- Moa: "ser homosexual es una desgracia"
- Vds. "ser homosexual no es una desgracia"
¿Llevan alguna de ellas al Gulag o a los Campos de Exterminio, como dicen? Por favor... Son dos opiniones libres y la de Moa puede considerarse "carca", pero ambas son igualmente respetables.
Vean estas otras dos:
- Moa: "no niego a nadie tal condición de individuo por esto o por lo otro", "una cosa es la homosexualidad y otra el homosexualismo"
- Vds.: "...usan hechos particulares como justificación para denigrar a todo el colectivo homosexual"
Lo dicho: ¿entienden o no entienden el español?
Otra cosa. Se empeñan en introducir el término "antinatural", que nadie ha utilizado (yo el que menos, que dejé claro que abuelas menopaúsicas y hombres célibes son ventajosos en términos de selección natural: -¡y aunque no fueran ventajosos!-). Quieren así ligar la valoración FÍSICA "defecto" a la valoración MORAL "antinatural", para introducir con calzador a los nazis y la eutanasia de minusválidos.
¿Creen Vds. que existen los minusválidos? ¿Si?¿Con qué derecho los consideran minusválidos y a vds. mismos válidos? ¿Qué tiene que ver pensar que existen minusválidos con ser un nazi y querer eliminarlos? ¿Qué tiene que ver pensar que el homosexual tiene una desgracia con querer liquidarlo?
Hay una cosa que Popper (ya ve lo reaccionario que soy) llamó "AUTONOMÍA O DUALIDAD DE HECHOS Y DECISIONES". Significa que no podemos reducir los hechos a normas, "ser homosexual" o "ser judio" a "es liquidable". Don Pio DELIMITA perfectamente los dos campos, y de una valoración suya de un hecho físico no llama a dictar una norma, sino que ¡¡¡PRECISAMENTE DENUNCIA!!! que ese hecho físico se convierte en norma en manos de los victimistas cuando lo usan para obtener favores: "soy mujer, da más valor a mi testimonio que al del hombre", "soy gay, permiteme copar una ciudad e ir desnudo por ahí, cosa que no permites a los hetero", "rotulo en hutu, fastidia a la competencia que rotula en tutsi". Ser mujer, gay o hutu son condiciones que no tienen que tener traducción normativa.
Nadie ataca a las mujeres, gays o hutus, sino a las feministas, homosexualistas y hutistas. ¿Capite? (voi)
Sólo falta ya que recurran al término "genocidio", arma definitiva de los términos-pancarta o slogan.
[losiento] Menos demagogia, por favor, que está utilizando usted unas cuantas herramientas del demagogo bastante burdas.
1.- Confusión en el lenguaje.
Cuando se dice que algo es "natural" o no es "natural" se puede hacer desde varias acepciones diferentes: una es la de "lo que es propio de la especie a la que pertenece" (por ejemplo, es natural que los seres humanos tengan dos brazos y dos piernas; lo contario no es natural) y otra la de "no provocado artificialmente" (por ejemplo, una persona tiene un color natural de pelo; si se tiñe, ese nuevo color no es natural porque es artificial, aunque se trate de un color que se dé en la especie humana).
En la especie humana, el sexo y la sexualidad que lleva aparejado son, naturalmente, heterosexuales, en tanto su función es perpetuar la especie. El diseño de los órganos sexuales, de la acción hormonal vinculada a los mismos y del comportamiento sexual está orientado a eso mismo. Quien es estéril padece un problema que hace que su cuerpo no funcione como sería natural en un ser humano. Igualmente, quien no es estéril pero se comporta de forma que su sexualidad se orienta en una dirección estéril, también sufre exactamente el mismo problema, solo que no es su cuerpo sino su personalidad la que no funciona como sería natural en un ser humano. De modo que la homosexualidad no es natural, atendiendo a la primera de las acepciones.
Por otra parte, cuando hablamos de individuos, hay homosexuales cuya tendencia homosexual les es innata, es decir, es "natural" según la segunda acepción que he citado. Pero también hay homosexuales que practican el homosexualismo sin tener esa tendencia innata. En esas personas, la práctica homosexual es una perversión puesto que no les viene impuesta por su propia naturaleza, como vd. afirma con carácter aparentemente universal.
Cuando el sr. Moa y otros hablamos de la homosexualidad como algo "no natural" nos referimos a la primera acepción, a la de "propio de la especie humana", pero vd. contesta desde la segunda acepción, refiriéndose a hipotéticos casos concretos en los que la homosexualidad sea innata. Eso es demagogia: argumentar desde una posición en la que voluntariamente se ignora el sentido de las palabras de los demás.
2.- Abuso de los superlativos y descalificativos
Es habitual en los demagogos el calificar al discrepante de extremista. Así, vd. califica de "ultra-conservador", "ultra-reaccionario" (aparte de otras lindezas como "integrista" y "fascistoide", sin prefijo pero de carácter igualmente extremo). Esto no es, como dice vd, meras "descripciones políticas de quien así piensa o siente", sino que sólo son pueriles descalificaciones ad hominem.
3.- Traslación del debate del ámbito argumental al emotivo
Otra de las estrategias demagógicas es el rehuír sistemáticamente el debate argumental y centrarse meramente en el aspecto emocional de "los pobres que se sienten injuriados por la expresión de estas ideas".
El problema es que estamos más que hartos de asistir a victimismos injustificados e injustificables por parte de ideologías totalitarias que operan según la ley del embudo: el respeto para mí y la imposición para tí. Y como te resistas, es que eres un intolerante.
Complementario de esto es el juicio de intenciones subsiguiente: aunque se esté debatiendo una cuestión sin buscar implicaciones morales, vd. las pone en boca de otros en su afán de que los demás las tienen que estar buscando. Se le ha dicho por activa y por pasiva que no se está realizando ningún juicio moral, pero vd. insiste en buscar cinco pies al gato.
Y, cómo no, puesto que traslada lo dicho en el ámbito argumentativo al ámbito emotivo, se deshace en rasgaduras de vestimenta cuando se dicen cosas como que "falta algo", lo que vd. traduce en "es inferior", cosa que en ningún momento se ha dicho: lo dice vd.
Le pongo una analogía: al igual que un ordenador tiene un hardware y un software, las personas tenemos un cuerpo y una personalidad. si en un ordenador perfectamente funcional se instala un software que no cumple su cometido, todo él funciona mal, aunque como ordenador/hardware sea perfectamente completo. Lógicamente, a un ordenador se puede reinstalar o reconfigurar el software, cosa que no se puede hacer con una persona, de modo que un ordenador se intenta arreglar mientras que a una persona se la acepta como es: es decir, no hay juicio moral porque se le acepta como es, y ese "aceptarle como es" incluye el reconocimiento de su problema como tal.
4.- Afectada ignorancia absurda
Verdaderamente ofende su pretensión de que "no sabe qué es el homosexualismo" ni "qué diferencia hay con respecto a la homosexualidad", como si no se hubiese explicado veces.
Se lo repito: hay abundante bibliografía (véanse los documentadísimos libros de Jesús Trillo-Figueroa, aunque hay otros) en el sentido de que el homosexualismo es una ideología de género que gira en torno al sexo homosexual (igualmente, el feminismo actual es otra ideología de género, solo que gira en torno al sexo femenino).
En general, las ideologías de género son ideologías radicales (entiéndase como "que atacan la raíz de lo que consideran su problema") que por lo general adoptan la dialéctica y metodología del marxismo, adaptado a sus particulares necesidades (por ejemplo, el "control de los medios de producción" marxista se corresponde con el "control de la natalidad" o "nosotras parimos, nosotras decidimos" del feminismo actual).
A diferencia del marxismo, que pretendía la imposición de la dictadura del proletariado "desde arriba hacia abajo" (es decir, mediante una revolución bélica), estas ideologías actúan de forma mucho más artera, atacando a la sociedad a la que consideran enemiga "desde abajo hacia arriba" (es decir, socavando sus bases morales mediante la subversión de todos y cada uno de sus principios e instituciones, que quedan donde estaban, pero convertidas en "otra cosa", ya perversa)
Ejemplos de homosexualismos serían los movimientos gay y queer, a los que tantos homosexuales rechazan.
NOTA: la expresión "practicar el homosexualismo" se refiere únicamente a la práctica del sexo homosexual, en principio sin connotaciones ideológicas, que sí tendría la "militancia homosexualista" o el "activismo homosexualista".
¿Ya entiende lo que es el homosexualismo?
Por el contrario, la homosexualidad se limita a ser la inclinación sexual de un individuo concreto hacia personas de su mismo sexo. Sólo eso, sin implicaciones ideológica, movimientos políticos, lobbys, imposición de leyes antisociales, subversión de principios y valores, etc. (incluso sin necesidad de que exista un práctica del sexo homosexual: sólo es la inclinación)
Como tal inclinación (recuerde, antinatural dada su disconformidad con la sexualidad propia de la especie humana, primera acepción de "natural"), es un "trastorno egodistónico de la personalidad" (en terminología psiquiátrica), que puede presentarse en diversos grados y que puede aceptarse como tal o rechazarse (es trastorno egodistónico en tanto la personalidad y el cuerpo no están en sintonía: el cuerpo es de un sexo pero la inclinación sexual es del sexo opuesto).
Quien acepta su homosexualidad y consiente en ella, simplemente pasará a comportarse como homosexual, y tenderá a juntarse con otros homosexuales como él. Es lo que se llama "homosexualidad egosintónica".
Quien, por el contrario, rechaza su homosexualidad (es la "homosexualidad egodistónica"), tiene un problema: su cuerpo es de un sexo, él siente como una persona de otro sexo diferente y, sobre todo, rechaza que haya esa distonía. Así, de entre esas dos realidades contrapuestas hay quienes optan por rechazar su tendencia sexual y quienes optan por rechazar su propio cuerpo.
Quien rechaza su tendencia buscará ponerse en manos de psicólogos y psiquiatras para que le ayuden a librarse de esa tendencia que él mismo rechaza. Hay tratamientos eficaces para ayudar a estas personas, aunque es tan "políticamente incorrecto" considerar trastorno lo que es un trastorno y tratarlo como tal, que desde el gobierno se persigue a las clínicas que facilitan estos tratamientos, aunque sean requeridos por sus pacientes (por ejemplo, recientemente, en declaraciones de la consejera de sanidad catalana, Marina Geli, contra una clínica que ofrecía estos tratamientos).
Por otra parte, quien rechaza su cuerpo suele verse abocado a fuertes tratamientos hormonales, que modifican su aspecto físico de forma que se asemeje al de una persona del sexo opuesto, o incluso llegan a la cirugía radical, con las operaciones de cambio de sexo. Dificilmente puede considerarse como algo "normal" el rechazarse uno mismo hasta el punto de tener que desfigurarse para parecer otro.
Para terminar, también hay quienes no tienen ninguna tendencia homosexual en absoluto, pero practican el sexo homosexual por propia voluntad, a menudo como rasgo de adscripción a las diversas ideologías homosexualistas o feministas (el lesbianismo es frecuente entre las feministas, y ellas mismas declaran que lo practican como parte de su militancia feminista). Aquí ya no hablamos de personas zarandeadas por incontrolables impulsos innatos, sino de personas que pervierten su naturaleza para actuar doblemente contra natura, ya que violan lo natural en sus dos acepciones: contra la naturaleza humana y contra sus propias inclinaciones innatas. Muchos ideólogos y militantes de las ideologías de género practican la homosexualidad de esta forma y, encima, son quienes más presionan para imponer esas enfermas ideas a los hijos de los demás, por la vía de la imposición legal en las escuelas.
En fin, creo que estoy divagando y me he escapado de la enumeración de facetas demagógicas de sus comentarios, solo en apariencia moderados. Me queda la duda de si responderá con exabruiptos, con argumentos o si simplemente no responderá. Si son argumentos, confío en que no se limiten a la repetición monótona de los dogmas progres.
Si quiere, le ahorro el primer dogma: no acepto el hecho de que se haya retirado la homosexualidad de las listas de enfermedades y trastornos como demostración de que no "es" enfermedad ni trastorno por cuanto dicha retirada se ha realizado desde la imposición ideológica y no bajo criterio médico (y sé de buena tinta que esto se sigue haciendo de la misma manera -por aplastamiento irracional- con otras referencias del ámbito de las ideologías de género, caso de la transexualidad): si quiere argumentar contra mi afirmación de que la homosexualidad es un "trastorno egodistónico de la personalidad", ataque y razone por qué no se corresponde con esa definición. Dudo que lo logre.
Un saludo.
Perdone, Vendeano, pero me temo que el Sr. Moa SÍ realiza juicio moral (¡y cómo!). Por favor, si hay pocos posicionamientos ideológicos tan "moralistas" como los que afean la homosexualidad, sea en el sentido que sea.
Y otra cosa, ¿qué es eso de que a los homosexuales les "FALTA" algo? Pero, ¿qué es lo que les falta? Que yo sepa son hombres y mujeres completos. Esta afirmación es incalificable, es como afirmar que son "meons personas" o "personas a medias", que "no llegan al 100% de personas". En el fondo es el concepto, profundamente interiorizado por amplias capas de la sociedad, de que los homosexuales son "menos hombres" o menos mujeres". Pensamientos así llevaron al nazismo y al apartheid: si no me cree, infórmese, por favor, porque no estamos hablando de tonterías y poniar es fácil, pero opinemos por favor con intelgencia y sensatez, para no acabar defendiendo la barbarie.
A los homosexuales no les "falta" nada que sea específicamente humano. Si se refiere a la capacidad de perpetuar la especie, son perfectamente capaces de hacerlo, si no lo hacen es porque son sinceros y coherentes con sus deseos naturales (sí, he dicho NATURALES, porque en ellos esto es lo natural, del mismo modo que para la minoría "defectuosa" zurda lo "natural" es escribir con la izquierda y no con la derecha). Hay muchos homosexuales que han tenido hijos y son excelentes padres, y otros heterosexuales que no los pueden o quieren tener. Que yo sepa no hemos venido al mundo con "contrato de compromiso de reproducción a término": cada cual hace de su vida lo que le plazca, aunque a los enemigos de la libertad les reviente oír esto.
Siguiendo esta línea de "razonamiento" -por llamarlo de algún modo- acabríamos considerando defectuosos (ergo "desgraciados") a todos los que no responden a las características de la mayoría, por ejemplo: los zurdos, los ciudadanos españoles de raza negra o mestiza, las personas con "síndrome de Down", etc., etc. Un "mercado apetitoso" para los líderes de la ingeniería social y la "limpieza".
Guillem_, te empeñas, como "losiento", en atribuir juicio moral a don Pío al decir que la homosexualidad es un defecto. Seguramente todos vemos la calvicie como defecto, pero eso no afecta para nada a nuestro trato a los calvos, y su dignidad no baja un ápice a nuestra consideración.
De la misma forma pienso que Moa tiene todo el derecho de considerar defecto la homosexualidad. Eso no afecta a su relación con esas personas, y las trata igual que a los hetero, pues no realiza JUICIO MORAL acerca de ellos. Tiene al hetero como perfección FÍSICA porque considera que DISPONE DE ALGO MÁS que el homo. Ese es el sentido no-moral del DEFECTO: el de FALTAR ALGO.
(sería distinto si Moa hubiese juzgado moralmente al homo; sólo ha hecho ese juicio de los "homosexualistas", las locas que, estaremos todos de acuerdo, denigran la condición del homo haciéndose las víctimas y provocando con un comportamiento que a ningún hetero nos perdonaría el orden público)
Defecto = faltar algo (en opinión libre de Moa, no en la mía, y considero que tiene todo el derecho a tener esa opinión E INCLUSO EXPONERLA, puesto que no es juicio acerca de esas personas)
Creo que habéis reaccionado con un automatismo equivocado, sin atender el sentido de la opinión bien razonada de Moa, asumible por homos y heteros, de la misma manera que asumimos los medio-calvos (o coronilla-entradas como yo) que pueda alguien considerar defecto la falta de pelo (se equivocan, ved que afortunada calva puede ser la de Gabriel Albiac o la de Yul Briner; la mía completa sería en cambio... un defecto, ciertamente)
Los "argumentos" ultra-reaccionarios que se vierten aquí para defender lo indefendible (es decir, que hay que considerar a las personas homosexuales, como desgraciadas simplemente por "ser") confirman lo que tantas veces he comentado: que en España no hay apenas liberales -salvo honrosas excepciones- sino unos sedicentes liberales que en realidad han encontrado refugio para sacar su bilis y su odio entre los que sí nos consideramos herederos de la tradición humanista y liberal, simplemente porque, por ejemplo, también ciriticamos a los socialistas o porque también nos sentimos españoles. Pero no nos engañemos, no hay nada más anti-liberal que la mentalidad ultraconservadora que en LD se desahoga pensando que pueden dar rienda suelta a sus fantasmas e intolerancias y siempre van a aplaudirles sus "hooligans". En países como EE.UU. se entiende perfectamente la diferencia entre "liberal" y "conservador": de hecho son concepciones prácticamente opuestas, mientras que aquí se equipara liberal a reaccionarismo e incluso se ha creado cierta "brigada anti-progre" que cree tener barra libre a la hora de atacar sin piedad todo lo que no sea reaccionarismo en estado puro, y por ahí, respetados señores, no pasamos.
El Sr. Moa, ha pasado de ser un radical "rojo" al otro extremo del espectro político: sospechoso cuando menos (¿nos está engañando ahora con sus ideas o nos engañaba antes, cuando era "rojo?). He visto también esta curiosa "evolución" de 180 grados en supuestos españolistas durante el franquismo que han pasado a ser viscerales independentista en la España de los separatismos. Alguien me dijo una vez que no me fiara demasiado de quien cambia tan radicalmente de opinión. Creo que algo tenía de razón.
Unas últimas líneas simplemente para los dos últimos comentaristas, Katakrok y Vendeano, que están básicamente en la línea del reaccionarismo "salido del armario" en LD. Respecto a Katakrok, que dice que no hace falta explicar por qué en el resto del mundo la mosexualidad es una desgracia, pues mire: no lo es; lo que es una desgracia para CUALQUIER ser humano es vivir en un régimen de falta de libertades y esclavitud. ¿Es una "desgracia" también ser mujer en un país musulmán? En fin, que argumentos tan simples se descalifican por sí mismos, y luego dicen que no atacan ni insultan cuando hablan de la sexualidad ajena como de un "mercado sexual". Si sabe Vd. un poco de números, se dará cuenta de que lo que ha dicho es un absurdo, porque las dificultades en la sexualidad de esas personas no depende del número sino de los problemas para poder vivir en una sociedad donde no se vea su elección natural como un estigma (gracias a personas como Vd., entre otras). Espero que ni Vd. ni ninguno de los ultras que han escrito aqui tenga nunca un hijo o hija homosexual, ya que eso sí que sería una desgracia, pero no por el hijo/a sino por tener que cargar con un padre/madre que considera que su hijo/a es un desgraciado/a en función de sus preferenciaas afectivas.
En cuanto a Vendeano (a quien recomiendo encarecidamente que, si es tan anti-homosexual, por favor se cambie el nick no vayan a confundirle y le hagan propuestas de compra de lo que dice vender) le digo esto:
a) Expresiones como "fascistoide" o "integrista" si las analiza Vd. bien no son insultos: sólo describen políticamente a quien así piensa o siente. En cambio considerar a un ser humano un desgraciado por ser humano y por algo que no puede cambiar, eso sí es un insulto a su dignidad como persona. Se puede criticar, humanistamente, a alguien por sus ideas o acciones, nunca por ser la persona que biológicamente es.
b) No sé qué es el "homosexualismo". ¿Sabría Vd. decirme lo que es el "heterosexualismo"? No se moleste en explicarme que es una pose o una actitud, porque si lo es, yo teno clara la diferencia, pero el Sr. Moa y Vds. no, pues ciritcan a homosexuales y "homosexualistas" por igual.
c) Cuando dice que el Sr. Moa "no juzga moralmente", que no tiene "prejuicio", estará Vd. de broma, ¿no?
d) Es falso que yo llame directamente "feo" a Moa. Por favor, lea de nuevo mis palabras. Le dije que imaginara un supuesto hipotético de alguien que considerando "fea" a una persona le negara su dignidad en igualdad con el resto de seres humanos por algo que dicha persona no puede elegir. Es un ejemplo ilustrativo, algo que Vd. parece no haber comprendido, acusándome de insultarlo (si lo hubiera hecho no me habrían publicado el post). En todo caso, suponiendo que (siempre según Vd.) yo lo hubiera insultado, el insulto se reduce a llamarle "feo", mientras que Vd. para referirse a mí y en general a los que defendemos algo tan horrible como la dignidad e igualdad moral de las personas en cuanto personas, se descuelga con perlas tan respetuosas como "Salis con un odio, babeais como perro de Pavlov". Es decir, nos compara Vd. con perros.
e) La guinda del prejuicio, el tópico y el lugar común es preguntarme si he preguntado a las mujeres, "que valoran más la personalidad que el físico". Menuda cliché absurdo, muy común entre la población consevadora masculina. La verdad es que TODAS las señoras con las que he tenido relaciones valoraron tanto de mí le personalidad como el aspecto físico. ¿O es que Vd. no valora NADA la personalidad en las señoras? Seguro que a ellas les encantará saber esto, oiga.
Es curioso cómo muchas personas intolerantes que odian y consideran "malos" o en el mejor de los casos "desviados" o "desgraciados" a los homosexuales, utilizan expresa o tácitamente el concepto de "antinatural". Pues me temo que lo antinatural sería obligar a una lesbiana, por ejemplo, a tener relaciones con un hombre en contra de su deseo, como lo sería que a Vd. lo metieran a la fuerza en el lecho con un hombre y encima le obligaran a fingir socialmente que es feliz haciendo eso.
En fin, les animo a que se afilien a algún partido de la ultra reacción (si no lo han hecho ya) o creen el suyo propio, porque si sus ideas las hiciera oficiales el PP y las pusiera en su programa, me temo que se iba a quedar con la mitad de votantes (porque sí, señores, hay muchos "desgraciados" que les votan).
Al igual que en los comentarios al artículo de José María Marco, veo que aquí, en la maraña de demagogia barata sólo se salva el de "losiento", y no sé si alguno más que se me habrá pasado por alto.
Me sorprende como la gente sigue confundiendo la velocidad con el tocino cuando mezclan cosas totalmente distintas, es decir, determinadas políticas de lobby, que pueden gustar más o menos, y la homosexualidad en sí.
Veo que tanto Pío Moa como la mayoría de los que aquí comentan usan hechos particulares como justificación para denigrar a todo el colectivo homosexual ("tarados", contranatura, degenerados, enfermos, etc).
Porque al final se trata de eso, al igual que si se utilizara cualquier burrada de la Aído para atacar a la mujer en general (ser inferior, débil, sumisa al varón, etc.).
O como muchos hacen cuando critican cualquier acto cometido por el Estado de Israel y acaban negando la legimitad de éste a existir.
En todos estos casos, los agudos articulistas nos recuerdan que tienen amigos judíos y homosexuales, para ya con ello otorgarse a sí mismos una legimitidad que les permita opinar sobre lo divino y lo humano, cargando a diestro y siniestro contra el colectivo en cuestión.
En fin, que si hay homosexuales en LibertadDigital, podrían hacer entrar en razón a don Pío, tan agudo en otros temas. Si ya se cayó en su momento del caballo del marxismo espero que lo haga pronto de este pensamiento tan ... no sé como mencionarlo y prefiero no hacerlo, pues a sí mismo se pone en evidencia con sus artículos.
Atentamente, un pobre "tarado".
Me pregunto por qué están leyendo destacados miembros de LD los artículos de Moa de una forma inquisitorial. Porque le contestan desde 3 tribunas distintas para enseñarle el camino correcto.
El señor Moa debería obtener el carné del PC (political correctness) porque parece ser un prerequisito en LD para ser liberal.
A pesar de encontrar poco edificable relacionar homosexualidad con desgracia, me parece que se está intentando linchar a Pío Moa. Lo mismo que hacen los lobbies progres.
Me gustaría que hubiese algún otro miembro destacado de LD que fuese capaz de leer el blog de Moa y entenderlo, aunque lo critique o le ofenda pero que demuestre que ha entendido lo que ha leído.