Sepa, amigo Maestre, que el espliego y la lavanda son una y la misma cosa.
Huele al cadaver político de la nación española. Lo único que se mueve son los gusanos y las bacterias, la nueva vida que ocupa esta fosa.
Sepa, amigo Maestre, que el espliego y la lavanda son una y la misma cosa.
Huele al cadaver político de la nación española. Lo único que se mueve son los gusanos y las bacterias, la nueva vida que ocupa esta fosa.
Y lo peor es que los que están dentro no lo notan, y por lo tanto no van a cambiar ni a ventilar su charca inmunda, su pocilga confortable: "aquí se está bien, al que no le guste este olor que no entre", dirán.
Menos mal que nosotros, aún libres, podemos leer/ver/escuchar LD, LDTV y ESRADIO, donde al menos el aire es limpio y se entiende lo que se dice.