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Una confesión de debilidad

Hacer algo así, en estas circunstancias dramáticas para el país, y sin la menor necesidad real, no es sino un grito de impotencia y una inútil huida hacia delante.

ongietor dijo el día 14 de Junio de 2010 a las 13:08:

La religión de estado, el ateísmo, el agnosticismo y los gnosticismos son las confesiones privilegiadas. Es intolerable que el espacio público permita la ostentación de tales religiones, sin al menos la equivalencia de trato para con el catolicismo.
A ver cuando alguien se toma en serio la necesidad de suprimir los gestos públicos de esas religiones atea, estatalista, etc: bodas civiles, monumentos funerarios civiles, momias de Lenin veneradas, 'promesas' de cargos, 'matrimonios', etc. etc. Lo civil se rige por contrato; la ceremonia es religiosa
... y zapatero el primer presidente propiamente dicho de la patria, por lo visto.

McCarro dijo el día 14 de Junio de 2010 a las 08:48:

Felicidades por esta vuelta a los ruedos.

¿Qué tal una ley sindical donde se prohiban símbolos sindicales en los edificios públicos?