Espeluznante, sí señor. Coincido con su argumentación. Aunque según mi modesto entender, tenemos más de un cadáver; quizás 4, o 5...
Rodríguez es uno; otro podría ser Durán Lérida o Pujol; el tercer puesto le correspondería a Montilla; el cuarto, lo adjudico a Maragall. Bono también se ha merecido estar en esta lista de "privilegiados"... ¿Y qué decir de las cadavéricas ministras de cuota?
Como cantaba Ariel en La Tempestad:
Nothing of him that doth fade,
But doth suffer a sea-change
Into something rich and strange
Del organismo de la Nación muerto infinitos gusanos vendrán,/ todos con su corazoncito, todos con su vanidad./ arrastrándose ufanos por el que fué patrio solar/ hasta que Mahoma venga a heredar.
Ya me come, ya me come, por do más pecado había
No se puede ser más gráfico con la situación de España bajo la "admonición" de este pútrido producto de satanás. No se puede entender de otra manera.
Terrible artículo, Sr. Abarca. Me recuerda a Edgar Allan Poe.
Yo corregiría una cosa: "como el Führer, en la retirada, ordenó destruir todas las obras de arte de París." Si bien eso es cierto, la analogía no es exacta, ya que el Führer no era francés. Sería más apropiado decir "como el Führer, cerca de su final, ordenó destruir todas las infraestructuras del Reich, siguiendo la vieja estrategia rusa de tierra quemada".
Se me ocurre un slogan publicitario para el difunto: "Cadaverina ZP en sobres, pague dos y llévese tres."
Pobre Sonsoles, va a resultar que es necrófila y duerme con un cadáver. Que reciba ayuda psiquiátrica enseguida, no vaya a ser que se convierta en gótica como sus hijas.