Camps se ríe, pero su risa es amarga. Está tocado y lo sabe.
Otra cosa es que, en efecto, los hay peores, (incluso en su propio partido). ¡Joer... qué tropa!
Lo cierto es que alguien tendrá que ocuparse del enfermo cuando Zapatero dé la espantá...
¿Hay algún médico a bordo?
Un abrazo, don Emilio
La diarrea legislativa española es la negación de la democracia, convierte a los ciudadanos en desiguales, el principio de que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento se vuelve un sarcasmo y convierte al ciudadano en un delicuente, y es que es imposible vivir sin saltarse alguna ley o reglamento que el legislador es el primero que lo incumple. El resultado es el mismo que vivir en una dictadura, sólo que en las dictaduras siempre puede decir que lo son, y esto, pues esto ya no sabemos que mierda es.