Estupendo tu artículo Pio. Sigue como eres, somos muchos los que te apoyamos, y por eso, no somos golpistas.
Sería interesante saber con cuantos pisos y chalet contaba cuando murió Franco y cuantos tiene ahora.
D. Pío le presento un comentario y una propuesta.
En primer lugar dice vd: "Pero, como en el caso de PSOE, tras la renuncia verbal quedaron las actitudes y hábitos mentales totalitarios, muy bien reflejados en la conducta del ex fiscal."
Pues bien yo hace tiempo que he escrito en varios blogs que no me entra en la cabeza que en un congreso del Psoe dijera Felipe "o renunciamos al marxismo o yo no me presento para secretario general" y todos votaran a favor de la renuncia del marxismo. ¿Qué debates hubos? ¿Cómo se puede abandornar una religión o filosofía así como así? ¿Las izquierdas no se autotitulan intelectuales? Más bien me parece que todo es un montaje y que nadie puede conceder el más mínimo rigor intelectual a alguien que vote en alguna asamblea de partido.
Y la propuesta. En sus próximos libros, o en las próximas ediciones de los que ya tiene, antes del prólogo, incluya una página en la que RETE a los historiadores de izquierdas a rebatir sus datos y a debatir con vd. sus distintos puntos de vista. Mejor aún si pone nombres y apellidos de estos historiadores para que se sientan aludidos y tengan que retratarse. Si quiere yo le escribo esta página.
Por cierto el primer libro que leí suyo fue "Los orígenes de la Guerra Civil", y ello me obligó a buscar desesperadamente el libro de Amaro del Rosal "1934: el movimiento revolucionario de octubre". Con muchas dificultades lo conseguí, pero mereció la pena.
Los "finos cristales", de pasar RAPIDAMENTE del frio al calor, se suelen quebrar. ¡VALE YA!
Sr. Moa su artículo es tan brillante como sus libros.
Debería investigar en profundidad el pasado de este sujeto indeseable, de modo que sus paridas no le salgan gratis, que es a lo que están acostumbrados estos ultraizquierdistas llenos de odio por encubrir su pasado rastrero.
Gracias por su rigor y valentía.
Villarejo, y otros como él, pueden mostrar su hipocresía a gritos por dos razones:
1- La derecha acomplejada.
2- Los medios en manos de los suyos.
No existe otra explicación, y aun así, se ha destapado por doquier su mentira y su falacia, dejándole en un papel precario, sucio y falaz. Ahora se dedica a acusar de extrema derecha a este o aquel, pero sus argumentos son como su vida, una mentira tras otra; peor, es que no da un sólo argumento digno de considerarse como tal.
Animo don Pío, "ladran, luego cabalgamos.."
«Querido Emilio...»
Lo que expresa es tal cual señor Moa. Fíjese que lo que está haciendo usted es lo que más duele a cualquier ideología: buscar la verdad objetiva por medio del análisis y el estudio científico para conseguirlo. Las ideologías políticas se fundamentan en mentiras, creencias falsas y tópicos para conseguir sus intereses: el control de los otros. Si usted desmonta todo ese teatro proporcionando información a los demás -que le estamos muy agradecidos-, les estará perjudicando.
Pues bien, adelante señor Moa, denos información, enséñenos Historia.
Tiene usted razón, una vez más, en su exposición, pero permítame recomendarle, desde mi posición de lector suyo, que abandone la idea de debatir sus análisis y exposiciones con los pseudo-historiadores de la izquierda. No están a la altura de las circunstancias y no conciben, como izquierdistas que son, que nadie pueda rebatir sus afirmaciones y posicionamientos.
La izquierda siempre ha sido, y siempre será, la agrupación de lo peor de las sociedades, en todos los niveles, pero especialmente en el moral, porque carecen de toda capacidad de autocrítica y de todo sentido de justicia. Por sus hechos los conoceréis.
La deriva inmoral de los miembros de la judicatura, cuyo mejor exponente, aunque no el único, es este Baltasar, debería alarmar a la población y exigir a los otros dos poderes del Estado la toma de medidas inmediatas para pararlo. Lo malo es que estos ya han iniciado su propia deriva inmoral previamente, y la sociedad, víctima de su propia indolencia y carencia de criterio ha sido el caldo de cultivo que ha permitido aquello.
Necesitamos nuevos líderes y nuevos partidos, que estén verdaderamente comprometidos con la idea de España y con la decencia y la eficacia, pero es poco probable su aparición viendo la sociedad de dónde tendrían que salir.
Sr. Moa, sigue ud. siendo un fenómeno. No se imagina lo agradecida que estoy a sus libros porque me han aclarado lo que ocurrió a partir de la expulsión de Alfonso XIII, período que se había tergiversado por todos esos pseudo historiadores que escriben más con el odio que con la tinta. La estupidez en los humanos puede alcanzar cotas altísimas y lo malo es que suele pasar desapercibida. En este caso no ha ocurrido gracias a Ud, a César Vidal y algunos poquitos más.
Para que lo sepa, contabilíceme como una persona de DERECHAS hija de un Sr. antifranquista y de IZQUIERDAS, pero que no era tonto y no tragaba a la PROGRESIA que nos abochorna. Bocona